Platense no levanta cabeza y su cruz cada vez es más pesada. El cuadro porteño no encuentra la luz en un camino con más espinas que rosas a pocos días de celebrar el día del amor y la amistad. Savio se impuso en casa y logró la remontada para ganar en casa 2-1.
Y la situación sigue igual. Platense ve el descenso de reojo y no hay quién los salve. Al menos cuando ya se han jugado siete fechas, las respuestas no llegan.
El cuadro porteño comenzó ganando a los a los 35 minutos y daba esperanza tras ese remate de cabeza de Hendry Córdova quien dejó tendido brutalmente al arquero Júnior Morales.
Aún con esa cancha pesada y difícil de jugar, Platense mantenía la victoria con buen ahínco y se fue al descanso dejando buenas sensaciones.
A SACAR SU CASTA
Pero está claro, bajas la guardia y un equipo como el Savio, empujado con el aleinto de su gente, comenzó a sacar casta y se dejó de pocas tintas haciendo un fútbol más frontal, más directo.
Y no se extraña que ya a los 56 minutos, Kervin Jhonson lograra el empate 1-1: potente remate cruzado a media altura y qué golazo. Imposible para un Víctor Coello cada más desteñido y con pocas reacciones en sus brazos.
Fue un duro golpe para el Platense que medio intentó reponerse en los restantes minutos del complemento, pero la pelota les quemaba a sus hombres y la solidaridad del primer tiempo no fue ni la sombra en este parte del juego.
También quedará registrado que el rostro y la angustia tienen mucho que ver cuando está en juego un descenso. Y en ese afán, también llegan errores garrafales.
A los 83 minutos, Savio le dio vuelta al marcador por medio de Omar Pineda con un remate cruzado a media altura, nade lo marcó, la defensa lo dejó tirar como en aquel gol del empate al permitir Rony Morales el disparo. Esta vez fue el 2-1 y la historia de salvación del Savio comienza a ser realidad.
Platense, jugando así, va camino a la desgracia, está perdiendo puntos directos. Puntos vitales donde se juega toda una historia...
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