Muchos siguen vinculados al balompié, pero hay otros que les cuesta encontrar su sitio alejados del balón. Este es el caso de Víctor Humberto Mena Dolmo, de 35 años de edad, quien jugó fútbol profesionalmente durante 12 años con los equipos Motagua, Hispano, Unión Ajax, Real Juventud, Victoria, Real España, Atlético Choloma, Parrillas One, Deportes Savio y Changchun Yatai de China, sin embargo, ahora se dedica a la albañilería porque una fuerte lesión de ligamentos cruzados lo obligó a retirarse de las canchas en 2014.
“En estos momentos no estoy trabajando, estoy compartiendo con la familia, pero en poco tiempo voy a viajar a Estados Unidos para laborar en la construcción o en lo que salga, el trabajo no denigra a nadie. Antes de llegar al fútbol trabajé de albañil, siempre le ayudaba a mi hermano que es constructor, muchas veces he realizado ese tipo de trabajo en el país, pero voy a Estados Unidos porque se gana mejor”, explicó.
Y añadió: “Puedo construir casas, repellar paredes, mezclar cemento y todo lo relacionado a la albañilería, hay que trabajar en lo que se pueda, soy una persona que solo llegó hasta el sexto grado, pero siempre he sido trabajador, tengo una amplia familia que mantener, mi esposa y cinco hijos”.
Para Mena la vida no ha sido fácil porque siempre quiso culminar sus estudios universitarios que lo respaldaran al final de su carrera con el balón. “Creo que si volviera a nacer sería nuevamente futbolista, pero bajo la condición de terminar mis estudios, solo llegué a sexto grado y ahora en parte me pasa factura, por eso mi consejo para los jugadores actuales es que estudien porque la carrera de futbolista es corta”.
“A los jóvenes que les gusta el fútbol tienen que prepararse académicamente, aunque ahora está bien pagados, se ganan grandes cantidades en esta época, pero siempre es bueno que el balón vaya ligado con los libros”, advirtió el originario de Trujillo, Colón.
El mediocampista de contención Victor Mena cuando militó en Real España, Motagua y el Atlético Choloma.
SUS INICIOS
Aunque nunca fue un goleador prolífico era conocido por su habilidad, gran juego y ritmo, así como por ser temperamental y controvertido, tanto dentro como fuera del campo y también fue galardonado como novato del año con la elástica de Motagua, donde comenzó su carrera en 2002.
“Mis inicios fueron desde muy pequeño, empecé a jugar en el equipo de la escuela, pero no fue fácil llegar a Liga Nacional, por eso estoy agradecido con el profesor Hermelindo Cantarero, porque fue quien me dio la oportunidad de entrenar con su equipo en un proyecto y después me llevó a Motagua en 2002”, recordó.
“En ese tiempo no era fácil debutar en Liga Nacional, pero siempre fui perseverante, el profesor Hermelindo Cantarero me impulsó en mi carrera, siempre ha sido mi pasión el fútbol, desde que estaba en el vientre de mi madre traía este deporte en la sangre”.
Mena siempre tuvo virtudes físicas y conceptos tácticos muy bien aprendidos y una interpretación del juego, por lo que fue un aliado perfecto para centrocampistas con buen pase. Quizás su mejor virtud fue la capacidad de desmarque.
Conseguía ganarle la espalda a los defensores o dibujaba un movimiento para que cuando recibiera el balón al pie, no tuviera a nadie que le taponara la carrera o su buen disparo de media distancia. También tenía una velocidad increíble, que le permitía medirse con sus marcadores con mucha seguridad de que podría llegar a superarlos.
“Me retiré en 2014 por motivo de las lesiones, la m?s fuerte en mi carrera fue de ligamentos cruzados, en mis vacaciones vine a jugar potras a mi pueblo porque me invitó un grupo de amigos, pero creo que fue la peor decisión de mi vida porque me lesioné de ligamentos cruzados”, lamentó.
El exseleccionado nacional reiteró: “El fútbol me dejó muchas cosas bonitas, pero también algunas desagradables, las lesiones fueron lo más triste de mi carrera, pero dentro de las cosas bonitas guardo con mucho cariño los recuerdos de haber salido campeón, subcampeón, novato del año y seleccionado nacional”.
“Creo que no quedó nada pendiente en mi carrera, me divertí mucho, gané títulos, tuve pocos amigos, pero sinceros, las lesiones me traicionaron, quería seguir jugando, por eso estoy desmotivado porque me retiré muy temprano, apenas tenía 33 años, tenía más que darle a este deporte”, enfatizó.
Mena ahora fuera de las canchas busca ganarse la vida de otra forma porque el fútbol no le dejó mucho dinero.
LA ANÉCDOTA CUANDO COMIÓ RATAS
Entre sus anécdotas hay una imborrable y fue precisamente cuando defendía los colores del Changchun Yatai. “Estuve tres meses en China, tuve una experiencia imborrable, comíamos en la sede del club y al terminar teníamos que ir a lavar los platos, cuando entré a la cocina miré una gran olla llena de ratas peladas que iban a preparar para la cena, después de eso decidí comer en restaurantes de comida rápida, otras veces comprábamos comida en el supermercado para preparar en los apartamentos”.
“China tiene una cultura muy diferente, la comida es distinta, se comen cosas que no se miran en nuestro país, pero la gente es educada y buena, es un gran país que me abrió las puertas en su momento, siempre voy a estar agradecido con los directivos y aficionados del equipo” .
COLÓN, GRANERO INAGOTABLE DE FUTBOLISTAS
Mena es originario de Trujillo, Colón, zona donde surgen grandes futbolistas para los diferentes equipos de la Liga y selecciones nacionales; incluso, Real Sociedad de Tocoa y Social Sol de Olanchito les han cerrado las puertas a los extranjeros, porque en el departamento hay un enorme granero.
“El departamento de Colón produce grandes futbolistas por la potencia y el nivel de vida de sus habitantes, muchos nacemos prácticamente con el balón, los niños de los barrios llegamos de la escuela y luego a las canchas de fútbol, otros trabajan desde muy temprano, pero hacen su espacio para jugar, esta zona es rica en futbolistas, por eso es base importante de las diferentes selecciones”, comentó.
Preguntado cómo le gustaría ser recordado por los aficionados que lo vieron jugar, dijo. “Como un jugador que siempre se entregó en la cancha en cada entrenamiento y en cada partido, me sentiría orgulloso que la gente me identificara, que me dijeran que fui un gran futbolista y que no me hubiera retirado porque era muy temprano, pero ahora les digo que me retiré por las lesiones”.
“En Motagua y Victoria fui capitán, en Real España quedó como materia pendiente eso, creo que los entrenadores me daban el gafete porque miraban que nunca me relajaba ni en los entrenamientos, eso al principio no lo entendía, pero después me di cuenta que el que persevera alcanza”, finalizó.
LAS RÁPIDAS:
Honduras:
Un país que me ha dado todo y que no cambiaría.
Motagua:
Un gran equipo que llevaré en el corazón.
Trujillo:
La ciudad donde nací que merece mayor apoyo.
Fútbol:
Una pasión que siento dentro de mí y que la llevaré por toda la vida.
Dios:
Lo más grande en la humanidad y mi gran amor.
¿A usted le generó dinero el fútbol?
No, porque en mi tiempo no se pagaban grandes cantidades como ahora, solo ganaba para sobrevivir y ayudar a mi familia.
¿Con qué equipo se sintió más cómodo?
En todos los que jugué me sentí muy bien, me trataron de la mejor manera, pero me quedo con Motagua, es el club de mis amores, gané muchas cosas con esa institución, aún soy amigo de varios jugadores y algunos directivos.
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