Francia, vigente campeona del mundo, comenzó la defensa de su corona con un triunfo 4-1 frente a Australia, este martes en Doha, en un partido en el que Olivier Giroud igualó el récord de Thierry Henry como máximo goleador de la historia de los ‘Bleus’ (51).
Pese a que Australia se adelantó con un tanto de Craig Goodwin (9), los ‘Bleus’, que perdieron por lesión a Lucas Hernandez, remontaron con goles de Adrien Rabiot (27), Kylian Mbappé (68) y un doblete de Giroud (32 y 71).
Los monarcas FIFA suman tres puntos que les permiten liderar el grupo D mundialista tras el empate sin goles entre Dinamarca y Túnez, también este martes. Los daneses serán su próxima cita.
Del póker de grandes estrellas presentes en Qatar (Messi, Neymar, Cristiano y Mbappé), el francés era el segundo en actuar y lo hacía precisamente unas horas después de que su compañero argentino en el PSG sufriese en sus carnes la primera gran sorpresa del torneo: la derrota 2-1 de la Albiceleste contra Arabia Saudita.
- Las acciones -
El partido de los ‘Bleus’ comenzó con otro bombazo: apertura al costado derecho de Harry Souttar, Mathew Leckie se deshace de la marca de Lucas Hernandez con un gran control y su centro al segundo palo lo remata a la red Goodwin (9).
Pero si de algo va sobrado esta selección francesa, pese a la baja de última hora de Karim Benzema, es de pegada, como si se tratase de un Mike Tyson con botas de tacos, capaz de mandar a la lona a cualquier rival que tenga delante.
Así dio la vuelta al marcador en apenas cinco minutos. Empató con un cabezazo de Rabiot a centro desde la izquierda de Theo Hernandez en una jugada que había comenzado con un córner sacado desde el otro costado por Griezmann (27).
Y poco después los ‘Bleus’ culminaron la remontada, en una jugada que comenzó con una pared entre Mbappé y Rabiot y el centrocampista de la Juventus, ausente en Rusia-2018 por una decisión de Deschamps, cedió a Giroud para que, desde el corazón del área, lograse a puerta vacía el 2-1 (32).
Mbappé, que hasta ese momento no le había salido casi nada de lo que había intentado, el que marcó el tercer tanto con un remate de cabeza a centro de Dembélé (68) y poco después, bajo la misma vía sentenció Giroud, tantas veces criticado, con un gol entra en los anales de la historia del fútbol francés (71).