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Crónica del éxito: La historia de Teófimo López a las puertas de un título mundial de boxeo

El pugilista de origen hondureño enfrenta este sábado el mayor de los retos en su carrera, pero su vida ha sido más que un cuadrilátero.

2019-12-13

Teófimo López será el retador este sábado en busca del título de los pesos ligeros de la Federación Internacional de Boxeo (IBF, por sus siglas en inglés) en el Madison Square Garden. Richard Commey, campeón oriundo de Ghana, es diez años mayor que él, posee una voluntad feroz y cuenta con una derecha peligrosa. No obstante, López está generando todas las expectativas.

Teófimo López y Richard Commey superan el pesaje y están listos para el combate

Existe la sensación (una esperanza, de hecho, en el caso de Top Rank, la empresa promotora de López) de que esta es la primera de una serie a dos peleas. La secuela, o final, sería un combate de unificación de títulos contra Lomachenko, el peleador en cuya mente afirma vivir el padre de López. Esto podría reconfigurar todo el panorama de este deporte y bautizar a una nueva estrella.

Teófimo López Jr, el primer hijo varón después de dos niñas, nació el 30 de julio de 1997 en Brooklyn. Cuando el niño tenía 5 años, su familia se mudó a la Florida.

¿Algún recuerdo básico del boxeo? En el caso de Teófimo, este se produjo cuando él tenía 6 años. Su padre estaba fuera del gimnasio, dentro de la limosina que manejaba para trabajar y como era su costumbre, conversaba con algunos sujetos. Teófimo lanzó un gancho contra la bolsa y envolvió con su brazo un gancho de acero sin cerrar. Veinte puntos de sutura.

'Ese fue el día en el cual comencé a entregar mi sangre a este deporte', afirma.

Su padre recuerda otro detalle. Nuevamente, él se encontraba fuera del gimnasio, hablando con sus amigos, cuando se le acercó un entrenador que había sostenido los guantes para que su hijo les pegara. 'Tu hijo acaba de hacer algo para lo cual los boxeadores necesitan cinco años de aprendizaje'.

Foto: Diez

Teófimo López ha ganado cinturones en categorías menores pero aspira al título mundial.

Tres años después, específicamente el 29 de diciembre de 2006, la fotografía de Teófimo López (padre) apareció en el diario South Florida South-Sentinel: su gran puño en alto, vistiendo una gorra de béisbol con la visera atrás y una inconfundible expresión de triunfo. En letras de gran tamaño, con la leyenda 'PAPÁ ORGULLOSO', los lectores se informaron de que su hijo acababa de ganar el título en la categoría de las 70 libras en el torneo Florida Silver Gloves. Teófimo tenía 9 años.

Ya no es inusual ver a padres con poca o ninguna experiencia boxística entrenar a sus hijos hasta alcanzar nivel de campeonato. No obstante, la totalidad de la carrera del padre en el boxeo de competencia consiste en una sola pelea en la división de novatos del torneo Golden Gloves del New York Daily News. Corría el 28 de enero de 1999, en la Academia Blessed Sacrament de la sección Cypress Hills de Brooklyn. Fue superado a los 33 segundos del segundo asalto.

'Tenía 191 libras, peleando contra un tipo con 220 libras de peso', recuerda. 'Me sacaron el aire', contó. 'También tenía 30 años y era padre de tres hijos'.

Fue cosa de tontos. Pero también se trata de una de las historias más antiguas del boxeo: quería demostrar que no era un vago.

Una vez que Teófimo comenzó a ascender en las distintas categorías del boxeo aficionado, su papá comprendió todo. Su redención no llegaría como púgil, sino como entrenador.

'Dejé el boxeo y le dediqué mi vida a mi hijo', indicó.

Foto: Diez

El equipo de Téofimo López.

Al igual que muchos padres en el mundo del boxeo, el padre empezó a mirar videos instruccionales, en su mayoría con Floyd Mayweather o Andre Ward. Quizás lo inusual radica en cuánto insiste en que su inspiración es producto de la divina providencia.

'Aprendí trucos que no conoce ningún otro entrenador', afirma. 'Ahora bien, cuando me preguntas: '¿cómo aprendiste sobre boxeo?', no sé cómo explicarlo'.

Teófimo fue ganador de los National Silver Globes en 2013 y 2015 y el Preolímpico de 2015.

'Estamos conectados', dice el padre. 'Cuando él está peleando, siento que estoy allí, a su lado'.

¿Existe otra persona capaz de haber entrenado a Teófimo López Jr.?

'No', dice sin chistar. 'Jamás'.

Es algo que su hijo es incapaz de negar. 'Cuando se trata del boxeo', dice Teófimo, 'mi padre es todo un mago'.

Si el hijo es una manifestación de voluntad divina, entonces su padre seguía viviendo una vida poco sagrada. Teófimo lo vivió y quedó impreso en su memoria. Entre sus recuerdos de adolescencia tenemos los siguientes:

'Ir a buscar a mi papá al bar, borracho encima de una mesa de billar... Bajar al sótano, ver a mi papá borracho... Vi una vez a papá ingerir cocaína en un club. Sí, eso caló hondo... No quería que yo viera esas cosas, pero me daba cuenta'.

'Mi mamá es alguien leal', dice Teófimo. 'Ella siempre lo acompañará. Sin importar lo que suceda. Ella fue bartender en un club de estriptís. La ayudaba en el bar. Yo tenía 16 años'.

Si la vida nocturna formó parte de la educación de Teófimo en el mundo real, también lo fue la política del boxeo. En 2016, Teófimo aparentemente se convirtió en el único boxeador estadounidense que no formó parte del equipo olímpico después de ganar en las pruebas del Preolímpico. En ese mismo año, la selección de los púgiles en la categoría de las 132 libras se hizo en base a la clasificación en la Serie Mundial del Boxeo, un torneo poco conocido para el cual Teófimo aún no tenía suficiente edad para competir.

¿Fue un tema político? Sin duda. No obstante, la política se trata de forjar amistades y el Equipo López, según confesión propia, tenía aptitudes para alienar a la gente. Si el hijo era arrogante, el padre era belicoso, especialmente si sentía (con o sin razón) que le faltaban el respeto. Senior incluso llegó a retar a uno de los anteriores partidarios de Teófimo, el excampeón de los pesos completos Shannon Briggs.

'Eso es algo que respeto de mi padre', dice Teófimo. 'No se esconde. Y no lame suelas. A nadie'.

Foto: Diez

Teófimo López ha hecho una gran preparación en la disputa del título mundial de peso ligero.

A final de cuentas, Teófimo peleó en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro... defendiendo la causa de Honduras. Dijo la agencia Associated Press: 'López se mostró preciso en el ring, pero perdió 30-27 en las tres tarjetas, contra un boxeador con linaje mucho mayor'. Sofiane Oumiha, quien eventualmente se llevó la medalla de oro para los colores de Francia, era tres años mayor que Teófimo y contaba con casi una década de experiencia internacional en su haber. A pesar de ello, cuando terminó el combate, Teófimo hizo su característica pirueta frente a los jueces.

'¡Tú ganaste!', gritaba su padre. 'No te darán la pelea. Te lo dije desde el primer momento'.

'Papá, todo terminó'.

UNA ANÉCDOTA MEMORABLE

Un sábado a principios de junio, sus padres estaban bebiendo al lado de la piscina junto a un viejo amigo. Teófimo se fue a dormir temprano, ya que intentaba ganar peso con miras a su primera aparición televisiva a nivel nacional, enfrentándose a William Silva (25-1). El peroo de Teófimo permaneció con su padre, ya que gustaba de seguirle a todos lados. No obstante, cuando habían dejado de beber, ingresaron a la residencia, cerraron la puerta del patio y olvidaron recoger al perrito de 11 meses.

Los bulldogs ingleses son conocidos por sufrir de problemas respiratorios en las mejores condiciones. En este caso, las temperaturas excedieron los 100 grados Fahrenheit durante toda la noche.

Aproximadamente a las 7:00 de la mañana, Teófimo se despertó al escuchar un sonoro grito. Su padre estaba tocando al cachorro con su pie, intentando despertarle. Teófimo podía ver que su padre aún no había recuperado la sobriedad.

Teófimo se dio paso y tomó al perro en sus brazos. La lengua del perro estaba afuera, sus pupilas llenas de sangre y dilatadas. Había defecado. Teófimo se apuró para llevarlo al hospital. El veterinario lo declaró muerto al llegar. Pero antes de que ocurriera todo lo anterior, Teófimo vio una imagen que jamás podría olvidar.

'Toda mi familia simplemente me miraba. Querían que yo los ayudara. Como si me dijeran: ¿ahora qué hacemos?''.

Pocos días después, antes de su pelea contra Silva, Teófimo y su padre acudieron a la presentación de los púgiles, transmitida por ESPN. En ese momento, todas las preguntas giraron en torno a los nocauts, giros y la elección de su baile de celebración. No obstante, los periodistas nunca habían visto a un Teófimo así. Era un chico rudo, aún con 20 años, pero estaba presto a propinar un fuerte golpe, dispuesto a impartir dolor.

'No te imaginas las ganas que tengo de golpear a alguien', dijo Teófimo, con voz tranquila. 'Toda esa rabia, toda esta ira... voy a noquear a ese desgraciado'.

A la noche siguiente, Teófimo saltó al cuadrilátero y golpeó a Silva con tanta fuerza que se fracturó su mano derecha. Lo envió a la lona en el primer y quinto asalto y apuntándose un nocaut en el sexto.

Bob Arum: Si Teófimo vence a Commey, la pelea con Lomachenko sería en marzo o abril

Pocas noches después de la pelea contra Mason Menard en el Madison Square Garden, su padre se topó con Vasili Lomachenko, dos veces medallista de oro olímpico, tres veces campeón de su división y rey 'libra por libra' del boxeo mundial.

'Lomachenko, ¿cómo te va?', le dijo Senior, extendiendo la mano. Quizás ya había tomado unos tragos.

Lomachenko se limitó a verle secamente.

Cierto o imaginado, ebrio o no, Senior sabía con exactitud lo que esa mirada quería decir.

¿Quién demonios eres tú?

Soy mejor que tú.

Tu hijo no está a mi nivel.

Fue allí donde salió a relucir la rabia, desde la parte más profunda y herida de su ser. Comenzó a gritar, a decir palabrotas, a echar espuma por la boca, a hacer una escena.

'Oye, tú no vas a hacer nada. Vamos por ti. ¡Vete al demonio! Este sábado, ¡nos robaremos el espectáculo!'

Teófimo se molestó cuando su padre le contó lo sucedido. Podía imaginarse a Lomachenko, la realeza del boxeo, irrespetando a su padre sin siquiera pronunciar una palabra. Se enfadó. Y fue allí cuando su padre acrecentó la rabia de Teófimo.

'¿Por qué harías algo así?', pensó. 'Ahora, tengo que limpiar el desastre que hiciste'.

En la noche de la pelea, tras sentir la molestia de Top Rank por haber insultado a Lomachenko, su padre apartó a un lado a Teófimo antes de salir al escenario. 'Tenemos que hacer algo grandioso', le dijo. 'Tienes que lucir espectacular'.

Teófimo besó a su padre en la mejilla. 'Te apoyo, papá. Siempre te voy a apoyar'.

Una vez en el ring, Teófimo despachó a Menard después de 44 segundos.

'Fue como si Dios me volviera a hablar', dijo su padre.

Ambos vieron la pelea estelar en un salón dentro del Madison Square Garden. Lomachenko (quien se recuperaba de una cirugía en el hombro) requirió de 11 asaltos para imponerse a José Pedraza.

Teófimo se acercó a su progenitor. 'Papá', le dijo, 'lograste meterte en su mente'.

En abril pasado, Teófimo y su padre estaban de vuelta en el Madison Square Garden. Teófimo pelearía en la antesala de una pelea estelar con Terence Crawford, transmitida por televisión bajo el sistema de pago por evento. Una vez más, los eventos preliminares eran más interesantes que la pelea en sí.

'Loma está en graves problemas', expresó. 'Este chico lo va a matar. Este tipo no va a durar tres asaltos con mi hijo'.

Teófimo no expresó desacuerdo, aunque sí confesó: 'No se imaginan cuánta presión impone este hombre sobre mí'.

Teófimo López: 'Ganar esta pelea será muy importante para Honduras'

Una vez más, se quedó quieto. Sabía que los presentes en el salón estaban riéndose de su padre. Él lo había sentido durante toda su vida. Para Teófimo, esto no tenía que ver con la presión que le imponía pelear contra Lomachenko. Se trataba de la presión que imponía la mortalidad:

'Cuando el tiempo de mi padre en esta Tierra haya terminado, quiero que él esté consciente de que se hizo de un nombre por sí mismo. Lo trataron como basura, desde que él estaba en España. Cuando la gente corea el nombre 'Teófimo', no solo va por mí. Va por él y por mi abuelo. Quiero que él sea sepultado en paz'.

Los comentaristas intercambiaron miradas. Lo que no sabían era que el padre de Teófimo había sobrevivido a un ataque cardíaco el verano anterior.

Era el cumpleaños de Dreana, su nieta. Senior había bailado y bebido un poco. 'Juro por Dios que no usé cocaína', indica.

Fumó un cigarro Newport. Pensó que tenía gas. Y allí colapsó. Teófimo estaba de viaje con Cynthia.

Cuatro días después de noquear al dos veces campeón de Europa Edis Tatli, Teófimo contrajo nupcias con Cynthia en Jonesboro, Arkansas, donde ahora residía su familia. Teófimo le dijo a su familia en el último minuto. Ninguna de las mujeres de la familia López hizo acto de asistencia.

Foto: Diez

Teófimo y Cynthia se casaron ante el asombro de la familia del boxeador.

'Jamás dije que no me agradaba', indica Jenny López. 'Pero todo fue demasiado rápido. ¿Por qué ella está tan desesperada? ¿Cuál es el afán?'

'No quería estar presente', indica su padre, quien le rogó a Teófimo que esperara, al menos, hasta después de pelear con Lomachenko. 'Pero lo hice por mi hijo'.

'Él se apareció ebrio', dice Teófimo, quien indica que su padre lo admitió. 'Fue duro para él. Fue duro para él verme contraer matrimonio a una edad tan joven. Pero él intentó hacer lo mejor posible y lo mejor que pudo hacer era adormecer ese dolor'.

Apartando esa situación, fue un gran día. 'Simplemente, me sentí en paz', afirma Teófimo.

Para su siguiente combate (contra Masayoshi Nakatani, con marca 19-0), Teófimo aceptó la enfática sugerencia de su promotora de relevar a su madre en el rol de nutricionista, sustituyéndola con los servicios de Perfecting Athletes, firma de nutricionistas que ha ganado elogios por su labor con deportistas de combate.

'No estuve de acuerdo', dijo su padre. 'Rompieron mi círculo'.

El campamento, con sede en Las Vegas, fue un desastre absoluto. Las tensiones entre Cynthia y su familia política se intensificaron. Teófimo entrenó esporádicamente. Su padre volvió a caer en sus peores hábitos. Olvídense de Lomachenko. Varios personeros de Top Rank y algunos miembros del propio campamento creían que el padre de Teófimo no sobreviviría seis meses más.

Lo que debes saber de la pelea entre Teófimo López y Richard Commey

A pesar de ello, cuando se llevó a cabo la presentación, el padre parecía haber recobrado su característico arrojo. 'Loma es débil', afirmó. 'Logré meterme en su psique'.

'Veintidós años y mi papá aún no lo entiende', dijo Teófimo, viendo a su progenitor. 'Te apoyo de aquí hasta el infinito'.

A la noche siguiente, mientras calentaba en el vestidor, Teófimo se enteró de que su hermana Adriana estaba en su residencia. Le había pedido que se abstuviera de ir, ya que tenía una relación particularmente amarga con su esposa.

'Él me echaba la culpa por lo de Adriana', afirma su padre.

Independientemente de los temas familiares y tal como concuerdan padre e hijo, Teófimo no fue el mismo de siempre esa noche. Más preocupado con lo que sucedía fuera del cuadrilátero que con la propia pelea, Teófimo pudo ganar de forma fácil por decisión unánime al tercer contendor en los rankings de la IBF. Después vendría la pelea por el título. A pesar de ello, Teófimo fue acusado de ser un fraude, al no haber propinado el acostumbrado nocaut.

Foto: Diez

Teófimo López y Richard Commey pasaron por la báscula y están listos para su pelea.

CRISIS, DEPRESIÓN Y MÁS...

Parecía que el viaje a Grecia no llegaría lo suficientemente pronto. Lo ocurrido en el vuelo de regreso fue un ataque de pánico. Y no se detuvo al llegar a casa.

'Me encontraba sumido en una profunda depresión, solo lloraba', dice Teófimo. 'Estaba en una habitación a oscuras. Hacía pucheros. Bebía... casi que me convertía en mi padre'.

Y cuando no hacía muecas, estaba enfadado. 'Rompía cosas', recuerda.

'Necesitas ir a terapia', le insistía su esposa. Él era un boxeador. Con la oportunidad de alzarse con una corona mundial. ¿Terapia?

'No estás solo', le dijo. 'Reconoce tu dolor. Eso es lo difícil'.

Finalmente, Teófimo accedió y asistió a la consulta porque se sentía como todo un desastre y quizás, porque fue valiente.

La oficina del especialista quedaba cerca del Madison Square Garden. Repasaron todo lo que le había sucedido: sus padres, los padres de sus padres, desde Brooklyn hasta España.

'El doctor me dijo que soy tremendo director', afirma. 'Puedo hacer películas en mi mente, actuarlas, hacer que parezcan reales cuando no lo son. Mi padre tiene mucho que ver con todo ello'.

Teófimo López: 'Honduras va a tener a su primer campeón mundial de boxeo'

Teófimo ya tiene unos meses sin ver al terapista. Teófimo no se considera curado; más bien, piensa que se trata de una obra en desarrollo. Aún siente esa ira en la sangre. Y Richard Commey (un hombre a quien admira) será el próximo en sentirla, según indica. Y después de Commey, vendrá el turno de Lomachenko.

'Esa pelea va a escenificarse', manifestó.

Actualmente, su padre se encuentra asistido por Joey Gamache, un veterano entrenador quien fue campeón del mundo en dos categorías diferentes. Gamache tiene cuidado para no sobrepasar sus límites. 'Pero sí necesitábamos de una estructura mayor', dice Teófimo.

Quiero que mi padre descanse en paz. ¿Por qué dijiste eso?

'Todo lo que él siempre quiso fue enorgullecer a su familia', afirma. 'Pienso que esa es la razón por la cual se dedica tanto a mí'.

¿Intentas salvarle?

'Hay días en los cuales quiero salvarle y hay días en los que quiero dejarle ir. Y hay días en los cuales quiero abofetearlo para darle algo de juicio... Él es un buen padre. Crió hijos buenos. No tuvimos que pasar por las cosas que él sufrió. Tenemos vidas mejores. Mi abuelo y mi abuela ya se sienten orgullosos de él pero no lo entiende. Él no puede ver las cosas en grande, como yo'.

El objetivo. A eso se refiere.

¿Quién es Richard Commey? El ghanés que peleará contra Teófimo López

Tiene este aspecto. Esta casa, el juego imaginario de 'campeones y sus psicólogos', con una cocina grande con vistas al huerto, con los troncos, más allá de la piscina cubierta, hasta los pinos White Oaks y Jersey. Tienen dos mascotas, un Morkie y un Pomerania. El niño que baila y se ufana por encima de los cuerpos tendidos de sus victimas procura vestir un overol similar al de su esposa. Él y Cynthia, renos y hojuelas de nieve.

Hay algo en Cynthia que le hizo renunciar a la ostentación. Acaba de comprar una chaqueta marca North Face. Se imagina a ambos criando a sus hijos en Seattle.

¿Seattle? Por supuesto. Lo más lejos posible de la Florida o Brooklyn.

Mientras Teófimo rompía portarretratos, Cynthia tuvo una idea. 'Quería que él escribiese las cosas para los cuales es bueno', comenta. 'Para que él se sintiera orgulloso de sí mismo'.

Teófimo recita:

'Soy buen esposo'. Buen hermano. Buen hijo. Aún soy capaz de acabar con cualquiera sobre el cuadrilátero. Seré buen padre'.

En otras palabras, Teófimo López no fue criado para convertirse en vago.