Cristy Daniela, la sirena hondureña que nada hacia las olimpiadas con el corazón

Con apenas 10 años, Cristy Daniela Mejía Cruz no solo cruza las piscinas con la fuerza de un delfín, sino que lleva en sus ojos la llama de un sueño inmenso: clasificar a Juegos Olímpicos y representar con una medalla a Honduras.

Su voz, dulce pero llena de convicción, revela un espíritu que ya mira más allá del horizonte hondureño, inspirado por el más grande: Michael Phelps. "Él hizo cosas increíbles. Quiero seguir sus pasos, como asistir cinco veces a unos Juegos", confiesa con admiración.

La Mariposa de Cristy. Su prueba favorita es el 100 metros mariposa, un reto que exige técnica, esfuerzo y resistencia. "El estilo mariposa es diferente a los demás", explica con la seriedad de una veterana.

Bajo la guía de su entrenador Júnior Martínez Pirandelly, quien "tiene mucha fe en mí y me impulsa a dar mi máximo", Cristy ha convertido esa dificultad en triunfo.

En la Copa Arena de El Salvador (mayo 2025), representando al Club Delfines Sampedranos, arrasó: 7 medallas de oro, 3 de plata y el trofeo individual de su categoría (10 y menores). Allí, además, impuso un récord en 100 mariposa (1:15.94). "Siempre pongo mi mayor esfuerzo. Sabía que sería difícil, ¡pero gané!", celebra.

Medallas, Récords y un Corazón Gigante. En su casa acumula más de 50 medallas, pero cada una tiene un valor único: "Me gustan todas porque me las gano con esfuerzo en el entrenamiento".

Su disciplina es inquebrantable: entrena lunes a sábado, con jornadas dobles que incluyen "madrugones" a las 5:00 am con el entrenador José Leonardo "Coro" González. Para ella, la natación es un estilo de vida.

"Hace que mi cuerpo funcione al 100%, forma carácter y disciplina". Y en los momentos difíciles, el agua es su refugio: "A veces uno se desanima, pero al nadar eso desaparece", destacó.

Cristy Daniela, cuyos nombres honran a su papá y al profeta Daniel, dedica sus logros a Dios y a su familia. Agradece a su madre, quien "se levanta muy temprano para llevarme", y a su padre, cuyos consejos técnicos la impulsan.

Su hermana Luisa María, también nadadora ("le gusta el estilo libre"), es su compañera incondicional. Pero hay un nombre que le nubla la voz de emoción: Manuel Ordóñez, su mejor amigo de la escuela Santa María del Valle. "Manuel tiene autismo, y siempre trato de estar a su lado", dice con lágrimas que revelan su enorme corazón.

Entre tanta exigencia, Cristy disfruta lo simple: su comida favorita es el pollo asado con limón, su color el morado, y su canción, "Celebration" de un artista cristiano.

Le encanta Young Sheldon y su marca de natación es Arena. Sin redes sociales y con poca TV, su mundo gira en torno a la escuela, los deportes y sus ídolos locales, como la brillante Michelle Ramírez, plusmarquista hondureña y centroamericana.

Uno de sus momentos más felices fue en diciembre de 2024, cuando en el Nacional de Piscina Corta (Complejo Olímpico, SPS) impuso su primer récord en 200 metros combinados. "Sentí alegría porque fue el reflejo de todo mi trabajo", recuerda. Fue la coronación a una pasión que empezó a rendir frutos desde que ganó su primera medalla en el año de 2023.

Cristy Daniela Mejía Cruz no es solo una promesa deportiva. Es un ejemplo de disciplina, fe y humanidad. Con un sueño olímpico alojado en el alma y un corazón que brilla tanto como sus medallas, esta pequeña gran campeona ya está escribiendo, a brazada de mariposa, una historia que Honduras nunca olvidará. ¡A seguir volando, Cristy!