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Lluvia de críticas al estadio más caro del mundo

El recinto será la principal atracción urbanística de los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020 y tendrá un costo de 1,700 millones de dólares.

2014-11-03

El estadio que será sede de los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020 fue el gran estandarte de la candidatura japonesa para albergar los que serán sus segundos olímpicos. Pero también es el centro de críticas por su ostentoso diseño que lo convertirá en el recinto deportivo más caro el mundo, o en el 'elefante blanco' más grande que jamás haya existido. El presupuesto inicial del estadio superaba los 3,000 millones de dólares, pero después fue fijado en 'solo' 1,700 millones.

Para que nos hagamos una idea, incluso con ese ajuste a casi la mitad de su presupuesto realizado inicialmente lo colocan por encima del coste de los estadios de fútbol americano y béisbol en nueva York, o sea el MetLife y el Yankee Stadium.

'Lo que estoy diciendo es que es ridículo', reclamó Fumihiko Maki, uno de los arquitectos más reconocidos de Japón y quien fuera el encargado de diseñar el gimnasio de los Juegos en 1964. 'Estamos levantando nuestras voces, pero ellos no escuchan', añadió.

Los estadios olímpicos suelen generar los más grandes dolores de cabeza a los países sede, en especial el que fue construido para los Juegos de Montreal (Canadá) en 1976, pilar principal de la deuda que los contribuyentes canadienses tardaron tres décadas en pagar.

Para tener una idea de las dimensiones, el nuevo estadio olímpico de Tokio, diremos que ocupará el doble de superficie que el que se construyó para albergar los JJ.OO. de Londres en 2012 y tendrá un techo arqueado que se elevará 70 metros. Pero quizás lo más controversial del diseño de la arquitecta Zaha Hadid es el techo retractable que incorpora.

La razón para el techo retractable es que una de las funciones que tendrá el nuevo recinto después de los Juegos Olímpicos será la de albergar conciertos y necesita cumplir con las leyes de restricciones de ruido vigentes en Tokio.

Y así, las críticas de Maki continuaron: 'Si haces un estadio abierto después puedes reducir la capacidad a 60,000 personas como se hizo en Londres. Al construir un estadio cubierto para 80,000 no lo puedes cambiar'.

El Meiji Jingu Gaen, que es la zona sobre la cuál se construirá y que se pude traducir como 'el jardín exterior del santuario de Meiji', en honor al emperador que conectó a Japón con el mundo hacia finales del siglo XIX. 'Este lugar es una especie de oasis', dijo Nobuko Shimizu, miembro de un grupo llamado 'los guardianes del estadio nacional'.

Shimizu considera que en el lugar 'podemos caminar, hablar y tener picnics. Si se construye el nuevo estadio perderemos estos parques y jardines. No es aceptable', se quejó. La exasperación en su voz es evidencia de la creciente preocupación que hay en un sector de la población de Tokio, que suma más de 13,000 firmas en contra de la construcción del nuevo estadio.

El Consejo de Deportes de Japón no se inmuta

La arquitecta Zaha Hadid también fue encargada de diseñar uno de los estadios de la próxima Copa del Mundo de fútbol de Qatar 2022. 'No creo que haya alguna oportunidad de que pueda ser cambiado', aclaró Yoshitaka Takasaki, portavoz del Consejo.

'Notificamos a arquitectos de todo el mundo para que presentaran sus diseños. Hubo 46 ideas y el diseño de Zaha Hadid fue el seleccionado. Seguimos nuestro proceso y tenemos la responsabilidad de construir el nuevo estadio basado en su diseño', reiteró.

El profesor Maki, sin embargo, considera que esa posición demuestra que 'tenemos un país muy moderno pero también tenemos una burocracia que gobierna todo'.