No Todo es Futbol

Ovidio Calderón, un doctor entre dos ruedas y la medicina

En esta historia se mezclan la pasión del ciclismo y la nefrología, el médico Calderón comparte cómo convive con ambas actividades y el beneficio de ellas.

2015-05-05

E l trabajo de médico no es nada fácil, a diario se concentran en atender a muchos pacientes con diferentes problemas de salud en los hospitales, pero el doctor Ovidio Calderón Canales sabe cómo combinar su profesión y también el ciclismo.

Sus estudios de medicina general los realizó en Honduras, los de medicina interna en Guatemala en la Universidad de San Carlos y en México se especializó en nefrología.

Foto: Diez

Hace siete años, él y un grupo de especialistas nefrólogos realizaron el primer trasplante de riñón a nivel nacional, y actualmente tienen un proyecto a futuro para crear una fundación de trasplantes para ayudar a personas de bajos recursos económicos en el país.

“El primer trasplante de riñón lo hicimos en octubre de 2006 en La Ceiba, Atlántida, al niño Lázaro Pacheco, en muy buenas condiciones; con otros colegas de San Pedro Sula logramos hacer un equipo de trabajo, también nos acompañó un colega de Guatemala, que es cirujano en trasplante, estamos muy orgullosos de la labor realizada, y nuestra prioridad era devolverle una mejor calidad de vida y gracias a Dios lo pudimos hacer”, comentó.

EL CICLISMO

La primera vez que se subió a una bicicleta fue a los 9 años de edad cuando su padre (QDDG) se dedicaba a hacer trabajos de campo en la Tela Railroad Company, ahí aprendió a pedalear, comenta que a medida fue creciendo lo fue mejorando.

Foto: Diez

Pero el ciclismo llegó a la vida del Calderón gracias a un amigo, con quien realizó un trasplante de riñón en Colombia.

'Gustavo Restrepo, él me incentivó a meterme en esto del ciclismo, en el grupo llamado Tribu hace ya 10 meses, y se siente bien pedalear, mi primer rol fue en octubre del año pasado a Santa Bárbara, luego fui a Puerto Cortés ida y vuelta desde San Pedro Sula, al principio me sentí algo cansado, lo practicaba ocasionalmente, luego con mayor frecuencia y lo hago porque me beneficia en mi salud. Por ejemplo, tuve un accidente hace cinco años, caí de espalda, y tenía dolor en mi nervio bajo hasta la zona de los glúteos, me recomendaron realizar ejercicios que no requerían de mucha fuerza, y me dijeron que la natación y el ciclismo eran lo mejor que podía practicar, y realmente me ayudó mucho, bajé casi 27 libras en 7 meses', explica Ovidio.

Pero no es nada fácil lidiar con ambas actividades, actualmente labora en tres hospitales en los que diariamente atiende a muchos pacientes, pero comenta que alcanza a hacer de ocho a diez horas por semana de ciclismo.

Asegura que cada jornada es ardua, pero que ambas ocupaciones las realiza con pasión, y aunque el deporte no lo practica para participar en torneos, los viajes que hace en bicicleta son largos, él y su grupo de amigos ciclistas recorren cientos de kilómetros, han visitado muchas partes del país: Santa Bárbara, Puerto Cortés, Tela, entre otras ciudades.

SU FAMILIA LO APOYA

Al doctor Ovido Calderón lo acompañan en algunas de sus travesías su esposa e hijos.

Foto: Diez

' Mi familia siempre me apoya, desde que escogí practicar el ciclismo como deporte, siempre han estado conmigo, en cada aventura que realizo, a pesar de que hago viajes largos, mi hijo mayor muchas veces pedalea conmigo, pero no todo el tiempo, a veces por mi otro trabajo no puedo asistir a todos los roles, requiere de mucho esfuerzo, pero lo disfruto mucho', expresó el “doctor entre ruedas'.

MÁS SOBRE EL DOCTOR CALDERÓN

Se incorporó a grupo Tribu el año pasado
Ovidio, con casi ya 10 meses de pertenecer al grupo de ciclistas de la ciudad de San Pedro Sula, comentó que esa nueva faceta le ha beneficiado mucho, en especial por su salud, debido a su enfermedad del nervio ciático, es un conjunto de síntomas entre los cuales destaca el dolor en el territorio del recorrido del nervio.
El malestar se siente en la zona lumbar, glúteos o diversas partes de la pierna y el pie. Además puede haber entumecimiento, debilidad muscular, sensación de hormigueo, de ardor y dificultad en el movimiento o el control de la pierna, un 8% de la población la padece.

Pero en la medicina no todo es éxito
Debido a que en las cirugías siempre hay un riesgo, el doctor tuvo hace un par de años una difícil situación que asegura no podrá olvidar, en especial para un médico que lo primordial es salvar vidas; como nefrólogo.
Reconoció su sufrimiento cuando hacían un trasplante de riñón y fallecieron tanto el donante como el receptor, expresó que es uno de esos momentos inexplicables, pero sabe reconocer que no todo se puede conlcuir con éxito en la profesión que escogió.

¿Cómo es un día a la semana en su profesión?
“Es un trabajo ajetreado, me levanto todos los días a las 4:00 am a pedalear, a las 6:00 am me traslado al hospital público de la ciudad en la sala de nefrología, reviso a los pacientes hospitalizados, consultas, emergencias, luego a la 1:00 pm voy al Hospital Militar a consultas de medicina interna, y para finalizar a las 4:00 pm realizo mi último trabajo, que es mi consultorio privado en Cemesa, trabajo de 13 a 14 horas continuas como doctor”, expresó.

Foto: Diez

DATOS

• Realizó sus estudios de medicina general en honduras, medicina interna en guatemala y especialización en méxico.

• Sabe lidiar con sus tres horarios de trabajo y todas las mañanas
le dedica una hora al ciclismo.

• Los días de semana su especialidad es la nefrología, que se encarga de estudiar lo interno del cuerpo humano, especializándose en la estructura renal.

LO DICEN:

“Trato de combinar dos estilos y formas de vida diferente, la pasión de la medicina y el ciclismo, a la segunda trato de dedicarle lo más que puedo, a veces se complica, pero el ciclismo me libera y me desestresa”.
Ovidio Calderón, Ciclista y Médico

“él es una persona muy activa y entusiasta, siempre aporta sus conocimientos de medicina cuando alguien se lastima. Es una gran persona, hace hasta lo imposible por unirse a los roles, en ocasiones sale de turno de 12 horas, aún así él se anima”.
Gustavo Restrepo, compañero de Tribu

“Cuando nos enfermamos le pedimos su opinión por teléfono y él nos lee los exámenes, nos da recomendaciones, es muy dispuesto siempre que lo necesitamos, y en los roles que hacemos siempre que se ha necesitado presta sus conocimientos profesionales”.
Sarahí Carranza, compañera Tribu