El partido Brasil-Argentina correspondiente a las eliminatorias sudamericanas de Qatar-2022, que fue interrumpido a los 5 minutos de juego el pasado 5 de septiembre a causa del protocolo sanitario, deberá volver a jugarse en un estadio por determinar, según anunció la FIFA este lunes.
Messi se pone chaleco de fotógrafo y la reacción de Dybala
La instancia rectora del fútbol mundial decretó asimismo sanciones económicas para la Federación Brasileña y para la Federación Argentina, así como una suspensión de dos partidos a los jugadores argentinos Emiliano Buendía, Emiliano Martínez, Giovanni Lo Celso y Cristian Romero.
Inmediatamente después, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) anunció que apelará esta resolución.
“Como presidente de AFA, me comprometo a hacer todos los esfuerzos necesarios y a apelar el fallo de FIFA en refernecia al partido de eliminatorias con Brasil. Nuestra prioridad es la Selección Argentina siempre”, afirmó Claudio Tapia en Twitter.
Conmebol no quiso por su parte valorar la decisión de la máxima instancia del fútbol mundial. “Es un evento FIFA. La Conmebol no va a opinar”, declaró a la AFP su portavoz Ariel Ramírez.
Por el momento, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) no hizo pública ninguna valoración de la resolución de la FIFA.
El partido, inicialmente programado el pasado 5 de septiembre en Sao Paulo, fue interrumpido luego de sólo cinco minutos de juego ante la intervención de las autoridades sanitarias brasileñas, después de que cuatro futbolistas argentinos fuesen acusados de incumplir el protocolo anticovid.
Representantes de la agencia sanitaria Anvisa y de la policía federal ingresaron al terreno de juego para poner fin al partido, en medio de la confusión generalizada.
El parón de ese partido no impidió a la Brasil de Neymar y a la Argentina de Leo Messi sellar su billete para el Mundial, sin tener que esperar a la decisión de la Comisión de Disciplina.
Así pues, la disputa de ese partido no tendrá apenas nada en juego desde el punto de vista clasificatorio.
La Comisión de Disciplina de la FIFA, en base a “varios incumplimientos” por parte de las dos federaciones afectadas, impuso una multa 525.000 euros a Brasil y 238.000 euros a Argentina.
