“Es algo difícil, no pensé que fuera tan complicado. Mucha exigencia física, de reglas de juego, es estudiar bastante. Se me está acabando el tiempo dentro del futbol universitario y la verdad es algo que me apasiona, que me encanta el futbol, y si puedo conseguir una manera de vivir a través de él, qué mejor que ser árbitro”, aseguró Selene.