Carlo Ancelotti ha decidido plasmar su trayectoria en el fútbol en un libro titulado El sueño: cómo ganar la Champions League, que saldrá a la venta el próximo 1 de octubre.
En sus 320 páginas, el técnico italiano repasa con detalle sus experiencias tanto como jugador y entrenador del Milan —a lo largo de seis capítulos— y su paso por el Real Madrid, al que dedica cinco capítulos. Tras su salida del equipo blanco a Brasil, el técnico ha decidido contar lo que nadie conocía.
En cambio, su etapa en el Bayern de Múnich no cuenta con un capítulo exclusivo, aunque dedica varios pasajes para lanzar críticas hacia el club alemán.
El vínculo de Ancelotti con el Bayern comenzó en 2016 y terminó apenas 15 meses después, tras una dura derrota en fase de grupos de la Champions League frente al PSG (3-0). Durante ese tiempo conquistó una Bundesliga y dos Supercopas de Alemania, aunque confiesa que su éxito no fue valorado.
“Sacamos quince puntos de ventaja en la liga, cinco más que los que había logrado Pep (Guardiola) con el segundo clasificado en temporadas previas. Sin embargo, para el Bayern aquello era simplemente lo mínimo esperado”, relata.
El entrenador explica que en Alemania se encontró con un entorno muy distinto al de sus clubes anteriores: “Lo novedoso era trabajar en una institución que no dependía de los caprichos de un único propietario, sino de un grupo de dirigentes ligados a la tradición y a la historia del club”.
En ese contexto, la llegada de Uli Hoeness a la presidencia y el papel de Rummenigge como director ejecutivo complicaron aún más la toma de decisiones. “Me costaba saber quién tenía mayor autoridad, incluso pedí consejo a Philipp Lahm. Aun así, intenté mantener mi independencia”, recuerda.
En medio de esas tensiones, recibió instrucciones para endurecer la disciplina de la plantilla, junto con una lista de cinco normas que debía leer al vestuario.
Para Ancelotti, aquello chocaba con su forma de liderar. “Saqué el papel del bolsillo y les dije: ‘Tengo órdenes de la directiva de leerles esta lista’. Fue mi manera de mostrar distancia respecto a esa medida”, confiesa.
El punto de quiebre llegó el 27 de septiembre de 2017, cuando el Bayern cayó 3-0 ante el PSG en París, la derrota más abultada del club en Champions en más de dos décadas. Esa misma noche, Karl-Heinz Rummenigge advirtió que habría consecuencias y criticó abiertamente al equipo.
Poco después, el técnico fue cesado. “Esa experiencia me demostró que no se necesita un presidente excéntrico o un dueño caprichoso para ser despedido; los accionistas también pueden hacerlo. Fue el despido más despiadado de mi carrera”, asegura Ancelotti, quien ya había salido antes de Juventus, Chelsea y Real Madrid.
Tras su salida, Jupp Heynckes asumió el cargo y llevó al equipo hasta semifinales de Champions, donde —irónicamente— quedaron eliminados por el Real Madrid, el club que había dirigido Ancelotti en su primera etapa antes de llegar a Múnich.