A medio gas, entre las rotaciones, con la final de la Copa Intercontinental contra el Flamengo ya a la vista el miércoles, el París Saint-Germain solventó este sábado su duelo contra el último de la tabla, el Metz, sin exigirse demasiado, pero entre vaivenes y con sufrimiento, para presionar al Lens, que debe ganar este domingo para retener el liderato.
Segundo al principio de la jornada, una rareza en los últimos años a estas alturas en la liga francesa, que suele comandarla con autoridad el PSG, el vigente campeón necesita un tropiezo del hasta ahora líder, que recibe este domingo al Niza. El Marsella también tiene que jugar, pero sus opciones de liderato no existen en este instante.
El París Saint-Germain hizo lo que debía, que era ganar. Otra cosa es cómo. Un triunfo que no le exigió demasiado, pero que encaró con exceso de relajación y confianza. Ahí está la peligrosidad, sobre todo en la irregularidad por la que se mueve el equipo parisino en determinados momentos de los partidos, cuando entra en fases de desconexión que lo amenazan en cualquier escenario contra cualquier rival.
Este sábado era el último de la tabla, el Metz, tan sólo tres victorias en las primeras 15 jornadas precedentes. Tardó media hora el PSG en romper el partido, con el 1-0 de Gonçalo Ramos. Fue más allá en el 38 con el 0-2 de Ndjantou, que se lanzó al suelo para remachar el segundo tanto, pero reincidió como tantas otras veces: en el 42 concedió el 1-2, con un buen tiro de Deminguet, pero con demasiados desajustes defensivos antes de su remate.
El PSG se complicó el final del primer tiempo y en toda la segunda parte, hasta el final, ante el animoso Metz, entre los espacios que deja hacia atrás cuando ataca, también con ocasiones para el tercer tanto, como un derechazo de Ramos al que respondió Fischer con agilidad, pero todo dentro de una mínima renta que era una seria advertencia, por mucha diferencia que haya entre los dos desde cualquier perspectiva.
Ya había entrado al campo Desiré Doue en lugar de Fabián Ruiz. Fue al descanso. Y aún miraban desde el banquillo Kvaratskhelia, Nuno Mendes o Joao Neves, entre otros, con la final de la Copa Intercontinental contra el Flamengo de Filipe Luis a la vista el próximo miércoles en Catar.
Tampoco jugó Lucas Chevalier, el portero titular, sino Safonov, alertado de nuevo por otro remate de Diallo. Jugaba con fuego.
Aún debió emplearse a fondo el portero a otro trallazo desde lejos. Su estirada repelió el balón al córner que aparentó sentenciar, de repente, el partido, porque el Metz es el último por algo.
La forma con la que solucionó ese saque de esquina a favor es impropia de este nivel, cuando el último hombre disparó a portería tras el rechace al borde del área. No había nadie detrás de él, nadie capaz de interponerse a la carrera que inició Doué, solo en todo el recorrido de campo a campo casi, hasta la salida de Fischer, al que batió sin ningún problema para zanjar cualquier duda...
O no, porque el PSG concedió el 2-3. Un golazo de Tsitaishvili en el minuto 80 que puso de nuevo en jaque al vigente campeón. El último cambio de Luis Enrique fue un defensa, Lucas Beraldo, por Mbaye, un extremo.
Un Flamengo imparable luchará contra el PSG por la Copa Intercontinental
El Flamengo brasileño selló este sábado su pasaporte para la gran final de la Copa Intercontinental de la FIFA 2025, al vencer por 2-0 al Pyramids egipcio en un tenso y disputado encuentro en el Estadio Ahmad bin Ali, de Catar.
Con goles de Léo Pereira y Danilo, gracias a dos asistencias del uruguayo Giorgian de Arrascaeta, el monarca de la Libertadores logró superar la resistencia del batallador Pyramids y se ganó el derecho de enfrentarse al coloso europeo, el Paris Saint-Germain (PSG), en una final en la que se coronará al nuevo campeón del mundo.
Tras varios ataques flamenguistas, el primer gol llegó a los 23 minutos, cortesía de Léo Pereira, que recibió un pase del '10' del Mengão y cabeceó el balón en el área chica al fondo de la red.
Después del gol, los dirigidos por Filipe Luís tuvieron más la pelota pero bajaron la intensidad, mientras que el Pyramids se mantuvo conservador y a la espera.
Sin embargo, en los últimos cinco minutos de la primera parte, los once de Krunoslav Jurčić reaccionaron, lograron el control de la pelota y obligaron al portero Agustín Rossi a intervenir con acierto en al menos dos ocasiones claves para mantener el cero.
La más clara se dio sobre el final del primer tiempo, gracias a un pase de Blati Touré a Fiston Mayele, quien superó en velocidad a Danilo, y remató a la portería, pero el portero argentino apareció para evitar el empate.
La ilusión de los africanos duró poco ya que, a inicios de la segunda parte, el uruguayo tiró un centro al segundo palo y Danilo selló el marcador con un remate de cabeza al palo izquierdo del arquero Ahmed El-Shenawy, que no ofreció mucha resistencia.
El Pyramids, campeón africano, demostró, a pesar de contados errores, una solidez defensiva y complicó la salida de balón carioca en el segundo tiempo.
A media hora del final, el congoleño Mayele, autor del triplete contra el Al Ahli saudí que los depositó en esta instancia, se despegó de la marca de Léo Pereira y pateó de frente ante Rossi, aunque sin éxito.
A cinco minutos del pitido final, el técnico brasileño honró su promesa y amortizó la holgada victoria para darle unos minutos en cancha a Pedro quien, a pesar de sus dos meses fuera de los campos de juego por diversas lesiones, conquistó dos llegadas peligrosas al área rival.
Con esta victoria, el Flamengo, que se adjudicó la Copa Challenger, avanzó a la final de la Copa Intercontinental, donde le espera el PSG, actual campeón de la Liga de Campeones.
El choque, que medirá a dos de los equipos con mayor poderío ofensivo del mundo, se disputará el próximo miércoles 17 de diciembre, también en el Estadio Ahmad bin Ali.