Andy Goram, catalogado como el mejor portero de la historia del Rangers FC, anunció sorpresivamente que le quedan solo seis meses de vida.
La enfermedad con la que batalla el legendario Gennaro Gattuso
El exguardameta de 58 años, que también vistió la camiseta del Manchester United en la temporada 2000-01, confesó en una entrevista para el Daily Mail que padece de un cáncer de esófago terminal y rechaza el tratamiento de quimioterapia, que según los médicos le podría alargar un trimestre más de vida.
“¿Pasar por la quimioterapia y vivir en agonía durante tres meses más y con una calidad de vida cero? No, gracias. La quimioterapia no es una opción”, aseguró Goram, que vio los efectos que tuvo el tratamiento en su exesposa, Miriam, durante su batalla contra el cáncer el año pasado, la cual superó con éxito.
“Miriam pasó por seis tratamientos de quimioterapia y tres de radioterapia. Fue infernal”, señaló el interncionala escocés.
Recordado como ‘The Goalie’ por su etapa en el Rangers, Goram empezó a sentirse mal hace unas siete semanas. Tenía problemas para ingerir comida y bebida, lo que le llevó a pedir cita con su médico, pensando que sufría de ardor de estómago. Tras no conseguir concretar una fecha, optó por ignorar los síntomas hasta que el dolor se volvió “inaguantable” y luego perdió una gran cantidad de peso.
Fue entonces que a finales de abril acudió a un hospital de su país. Tras un TAC, fue trasladado a otro centro asistencial y se le recomendó que avisara a sus familiares más cercanos sobre su enfermedad.
“Desde allí empezaron a saltar las alarmas”, cuenta Goram. Se le detectó con cáncer de esófago de grado 4 que se había extendido a su hígado, su pulmón derecho, tres vértebras y las costillas. “El cirujano explicó que el cáncer era inoperable. Mi hijo, Danny, rompió a llorar mientras yo intentaba evaluar la situación”, explicó.
Luego de pasar por quirófano para colocarle una endoprótesis en el esófago que le permitiera engullir alimentos, el doctor comentó que debe intentar “disfrutar” de la vida y que intente llevarla “de la manera más normal posible”.
“El dolor ahora es aguantable”, comentó Goram, aunque reconoció que debe tomar una serie de analgésicos “religiosamente”. De lo contrario, ‘‘estoy en un gran problema’’. ‘‘Aún puedo ir a visitar a mis amigos y ser yo mismo. Voy a estar por aquí todo el tiempo que pueda. La única diferencia es que la bomba tiene una cuenta atrás. “Voy a luchar como nunca lo he hecho”, cerró el exportero.
