Con Dios de la mano, Keylor Navas ha sabido superarse
Esta es la verdadera historia de amor y, de dificultades del portero tico, Keylor Navas.
Esta es la verdadera historia de amor y, de dificultades del portero tico, Keylor Navas.
El guardameta tico siempre sigue el mismo ritual antes de cada partido: se arrodilla en la línea de cal de su portería, eleva sus brazos y mira al cielo como si de un predicador se tratara.
Para el futbolista, Dios ha sido su fuente de inspiración durante toda su carrera y en sus senderos también encontró al amor de su vida; Andrea Salas. A ella la conoció a finales de 2008 y no precisamente en el reservado de una discoteca.
Una congregación evangélica de la ciudad costarricense de Santa Ana sería el primer escenario de su romance.
'Yo asisto al estudio bíblico porque Dios tocó mi corazón. He aprendido muchas de sus enseñanzas, me ha ayudado a salir adelante, a pasar las pruebas difíciles', comentó Navas al periódico El Mundo.
Andrea Salas, esposa del portero, no se enamoró de Navas a primera vista. Y no porque el portero fuera poco llamativo.
La realidad es que su corazón estaba cerrado a cal, tras un divorcio y varios romances fallidos (el último con Roy Valverde, un conductor de rallies). No había espacio para hombres en su vida, sólo para su hija Daniela.
Por aquel entonces, Navas ya empezaba a despuntar como portero del Deportivo Saprissa de San José después de unos comienzos difíciles.
El padre de Navas le había abandonado cuando era un niño (ahora mantienen un cierto contacto) y quedó al cuidado de su madre profesora y de su abuelo, que era el responsable de llevarle a sus primeros entrenamientos.
ASÍ CONQUISTÓ A ANDREA SALAS
El portero puso rumbo a una floristería de San José y le encargó un maravilloso ramo de flores para Daniela (hija de Andrea). Tras varias citas, el halcón comenzaría a salir con su madre y un año después contraerían matrimonio.
Fue entonces cuando Salas decidió abandonar su carrera como modelo (fue Miss Hawaian Tropic en 2006 e imagen de la marca de cremas solares ) y acompañar a Navas en su aventura española.
La primera parada del matrimonio en España sería Albacete, donde la pareja llevó una vida aparentemente tranquila. El temporadón del portero llamó la atención del Levante que decidió hacerse con sus servicios.
Insultado por rezar
La devoción cristiana de Navas no ha pasado desapercibida en algunos estadios donde le han llegado a insultar durante sus oraciones.
A él le importa poco. 'Así lo haré, aunque haya gente que me diga que soy un gilipollas porque Dios no existe', afirmó Navas.
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