Liga Nacional
2010-10-05
José Mourinho dejó muy claro que Cristiano Ronaldo es insustituible. Pues bien, parece que el aficionado del Real Madrid no comparte la opinión del luso.
El domingo, los blancos ganaron sin problemas a un Deportivo La Coruña que o mejora mucho o se va a la Segunda de cabeza. Pero la noticia no fue la goleada del Real, si no las claras muestras de que la grada del Bernabéu está más que harta de CR7.
El portugués calmó su famosa ansiedad marcando en el minuto tres. Un 1-0 que celebró como si hubiese ganado un título y se vino arriba. Se dio cuenta que el de ayer era un encuentro en el que se podía lucir y empezó a mostrar todo su repertorio de desplantes hacia sus compañeros, de sus quejas porque no le pasaban. O sea, el mismo Cristiano de siempre, pero esta vez, nadie en Chamartín le rió las gracias.
La grada que le dedicó un par de sonoras broncas por estar más pendiente de su lucimiento personal que del equipo. Hasta tal punto estaba Cristiano luchando más por sí mismo que por el Madrid que no dudó en recriminarle una acción a sus compañeros mientras la pelota pasaba a su lado sin que hiciera nada para controlarla.
Eso ya fue demasiado para un Bernabéu que está visto que no le va a perdonar ni una al portugués como él hace con el resto de jugadores blancos.
Buena muestra de eso es que en 2-0 de Ozil en el minuto 23, fue de los últimos en felicitar al alemán a pesar de pasar por su lado. Estaba esperando que le asistiera para marcar él y Ozil decidió lucirse marcando un golazo.
Lo mismo pasó con el 3-0 de Di María en el minuto 33 tras un gran centro de Higuaín. Otra vez se pudo ver a Cristiano corriendo a trote cochinero para unirse al resto del equipo para celebrar ese gol.
Con ese 3-0 se llegó al fin de una primera mitad en la que el Madrid hizo lo que quiso con un Deportivo que ni siquiera tiró a puerta.
El que no erró fue Higuaín que puso el 4-0 en el minuto 52 tras aprovechar un pase de Di María. Un tanto que debería de haber sido anulado por fuera de juego, pero ni el árbitro quiso perderse la fiesta blanca. Como tampoco el Depor que marcó el 5-0. Fue Zé Castro en propia puerta en el minuto 60.
De ahí al final, un Bernabéu entregado a su equipo, con el Depor maquillando el resultado en el minuto 78 con el gol de Juan Rodríguez. ¿Y Cristiano?, cerró la goleada con el 6-1 en el minuto 88 celebrándolo con aplausos a la grada. No hace falta decir nada más.