España arrancó con una victoria ajustada su participación en los Juegos Olímpicos de París. La ‘Roja’ sufrió más de la cuenta ante Uzbekistán, pero sacó adelante el partido en el Parque de los Príncipes gracia a los goles de Marc Pubill y Sergio Gómez (2-1).
De los 382 deportistas españoles que están citados para competir en este eventos, los dirigidos por Santi Denia eran los primeros en vestirse de corto.
El entrenador español, de 50 años, salió con su mejor equipo, incluidos los dos jugadores que venían de conquistar la Eurocopa diez antes: Fermín López y Álex Baena.
Sin embargo, el medio campo no carburó desde el principio y menos aún lo hizo la defensa, donde partían como centrales los azulgranas Eric García y Pau Cubarsí. El primero se cansó de perder balones en el arranque y el segundo cometió un penal con el que Uzbekistán empató al filo del descanso.
España se adelantó a la media hora de juego, poniendo fin a los bostezos. Sergio Gómez lanzó una falta y Marc Pubill, lateral derecho del Almería, sorprendía con su llegada al segundo palo para abrir la lata.
La ‘Roja’ marcó el primero sin haber hecho nada, ni siquiera dominar el juego ante el animoso equipo uzbeko, y lo acabó pagando en el descuento de la primera parte. Previa consulta al VAR, el árbitro Dahane Beida decretó penal por derribo de Cubarsí y el capitán de Uzbekistán no perdonó.
El amonestado Cubarsí pagó los platos rotos y fue sustituido en el descanso por Jon Pacheco. España había regalado medio partido, pero no estaba dispuesta a concederlo entero. La charla de Santi Denia debió de ser elevada de tono, ya que sus jugadores mostraron otra imagen en el complemento.
España también tuvo un penal, pero lo erró. Sergio Gómez fue el encargado de ejecutarlo, aunque el arquero Nematov lo detuvo. No obstante, tres minutos más tarde tuvo su revancha gracias a un pase de Juan Miranda y esta vez no falló el flamante fichaje de la Real Sociedad.
La ‘Roja’ volvía a ponerse arriba en el marcador con 30 minutos por disputar en un partido con el clásico aromas de los debuts, muchos nervios y poca precisión.
Uzbekistán no bajó los brazos y aceleró en el tramo final, en el que encerró a España en su área y metió el susto a los chicos de Santi Denia, que acabaron pidiendo la hora y aguantaron hasta el pitido final para firmar la primera victoria de los Juegos Olímpicos.