¿Qué significa el gesto? Lilesa cruzó los brazos por encima de su pecho, un gesto típico del grupo étnico oromo que ha sufrido acoso de las autoridades policiales en los últimos meses y por eso realizó tal acción pese a que el Comité Olímpico tiene prohibido cualquier señal o gestos con alguna connotación política o religiosa.
Feyisa es originario de la región de Oromia que es altamente cristiano y donde se han producido fuertes protestas que han acabado con la muertes de más de un centenar de personas.
El grupo étnico, formado por más de 35 millones de personas, reprochó al Gobierno de Adís Abeba el nulo respeto por los derechos humanos, las detenciones y ejecuciones arbitrarias, la injusta distribución de la riqueza, y la marginación política a la que se ven sometidas distintas etnias.
Pese a representar bien a su país ganando plata, el atleta ahora teme por su vida.
'El Gobierno etíope está asesinando al pueblo oromo, también le está privando de sus tierras y de sus recursos. Yo, como oromo, secundo estas protestas. Mis familiares están encarcelados y si se atrevieran a hablar de derechos humanos acabarían ejecutados', confesó sorprendiendo al mundo.
Lo más seguro es que no vuelva a su país, pero dice que 'si no me matan, me encarcelarán' y sobre alguna sanción del Comité Olímpico para él es lo de menos. 'No puedo hacer nada al respecto. Sentí que debía hacer el gesto, tengo un problema muy grave en mi país y no tengo la opción de protestar en mi país'.
El Congreso Federalista Oromo— un partido opositor que defiende los derechos de esta etnia— denunció la muerte de más de 400 manifestantes en las protestas de principios de agosto en Oromia, una cifra admitida como válida por Human Rights Watch pero que ni Reuters ni otras agencias de noticias pudieron contrastar.
Un portavoz gubernamental aseguró este lunes a la cadena estatal Fana Broadcasting Corporate que 'Lilesa no tendrá ningún problema al regresar a su país. Estamos muy orgullosos de que haya logrado una medalla de plata para Etiopía'.
Feyisa Lilesa antes de llegar a la meta realizó este gesto muy común en el pueblo de Oromia que protesta en Etiopía.