Irina Shayk, sola, sin Cristiano Ronaldo, y de fiesta. La modelo rusa se dejó llevar por el ambiente festivo, pero además de lo más espontánea y alegre, en la última fiesta de un multimillonario joyero, donde fue una de las invitadas VIP en el exclusivo Billonaire de Porto Cervo en Cerdeña.
Irina Shayk dejó claro que no es belleza fría, sino que es toda una marchosa, al convertirse en el alma de la fiesta, y dejando a un lado su lado más comedido habitual en sus apariciones públicas.
La novia del jugador del Real Madrid disfrutó de lo lindo en una fastuosa fiesta con motivo del 60 cumpleaños de Fawaz Gruosi, fundador de la compañía de joyas, Grisogono.
La joven se vistió de gala con un bonito vestido largo, palabra de honor con un generoso escote en forma de corazón y preciosos pendientes de esmeraldas que destacaban aún más sus bonitos ojos y bronceado conseguido en sus vacaciones con Ronaldo en Saint Tropez.
A medida que avanzaba la noche, Irina Shayk dejó atrás su timidez y se atrevió a bailar con el protagonista de la noche, el propio Fawaz y también a mostrar su lado más simpático, aplaudiendo, lanzando besos y contagiándose del ambiente de diversión que reinaba.
A la lujosa fiesta a la que asistió Irina Shayk no faltaron otros rostros famosos como el magnate Flavio Briatore y su mujer, la espectacular Elisabetta Gregoraci, que después de sus vacaciones se reencuentra con su marido, Nicki Hilton o Eva Cavalli.
