Cuatro toneladas de comida, un cocinero traído de Marruecos, un avión de lujo y un hotel requisado para los jugadores en Kigali: estas han sido las particularidades que la Federación Marroquí de Fútbol ha concedido a sus jugadores, según relata el sitio le360.ma.
El nivel de lujos exigido por los jugadores marroquíes está adquiriendo dimensiones de escándalo, especialmente porque los resultados (un empate a cero en el primer partido y una derrota por 1-0 en el segundo) no parecen justificar tanto dispendio.
Si en el último partido la selección marroquí no gana, quedará automáticamente eliminada y no pasará a la siguiente fase, debiendo regresar con el avión, el cocinero y las toneladas de comida no consumida.