El uruguayo ha sido el primero en reconocer sus errores, en admitir sus culpas, en sufrir con resignación la penitencia y en buscar una solución con ayudas de profesionales. Su fichaje por el Barcelona ha sido como una catarsis, una bendición divina para redimirse y poder pagar por sus pecados sin sentirse un paria con el único objetivo de volver a sentirse futbolista.
¿Para un delantero jugar en el territorio Messi es fácil o difícil?
Muy fácil. Yo disfruto con Messi. Obviamente que siendo delantero a uno le gustaría hacer más goles. Pero mientras al equipo le vaya bien no hay ningún problema. Es una pasada tener al lado al mejor jugador del mundo. El solito con su juego ha acallado todas las dudas que había sobre el equipo y sobre él. Su juego beneficia al equipo.
Por ahora, en todo caso, está siendo más asistente que goleador desde que fichó por el Barcelona
Yo siempre tuve la etiqueta de goleador, pero siempre me gustó asistir. También sé que vine aquí a hacer goles no solo a dar pases de gol. Si vine aquí es porque he marcado muchos goles en mi carrera y sobre todo en el Liverpool. Pero afortunadamente no estoy solo en esto, tengo jugadores a mi lado capaces de resolver un partido y marcar las diferencias.
¿Siente que le han intentado poner la etiqueta de chico malo?
Digamos que sí. Cuando hubo actos que yo me equivoqué lo asumí, como se dice en Uruguay: ‘yo les di a comer a ustedes para que me critiquen’. Si yo no hubiera dado motivos seguramente no me hubieran puesto la etiqueta esa.
¿Cree que le han dado muy duro a usted?
De momento me he tenido que resignar que me acusaran de racista sin ninguna prueba por lo que pasó con Evra, también de acusarme de ser un jugador teatrero y piscinero, lo de tirarse, que simular faltas, solo me han sacado una amarilla por simular una falta, a uno le ponen la etiqueta y es mentira.
Pero lo de los mordiscos llegó a ser un problema de verdad...
Sí. Aprendí que no podía solucionarlo yo solo. Yo creía que sí, pero no. Necesitaba ayudas de profesionales, que me hiciera ver las cosas de otra forma.
¿Está hablando de un psicólogo?
Sí. Profesionales que te ayudan a darte cuenta que de los errores aprendes. Tras cometer tres veces el mismo error ya era hora de ponerle punto y final.
¿Está preparado para cuando llegue el momento en que la afición le exija goles?
Sí. Lo sé. Ahora estando Leo y Neymar tampoco me miran tanto con lupa porque ya están ellos para meter goles también. No estoy obsesionado por marcar, pero sí con ganas de marcar.
¿Tiene algún favorito para ganar el Balón de Oro?
Está claro que todos los jugadores estamos pendientes de Balón de Oro y quien diga que no está mintiendo. Es normal en la vida de un jugador de fútbol. Pero yo siempre he dicho que el mejor jugador del mundo es Messi por todo lo que ha hecho y por todo lo que está haciendo por el fútbol. En realidad aún no sé muy bien en qué se basa el Balón de Oro.