Raschiotto se había mudado en 2001 de Argentina con 25 años, trabajaba como financial controller en inmobiliarias grande de Estados Unidos y para el 2004 había encontrado al amor de su vida en el DF: Gilberto.
Luego de 14 años de matrimonio la vida le tenía preparada la tragedia más grande de su vida. El 28 de abril de este año en Delray Beach, Florida, una mini van donde viajaba su familia recibió un impacto de una camioneta 4x4 conducida por un joven de 21 años a alta velocidad.

Ese día se apagó la luz de Verónica, Mía y Diego, murieron al instante producto del choque cuando estaban de vacaciones donde el hermano de la mujer, él estaba en mexicano y por asuntos de trabajo no puedo realizar el viaje.
Antes de la tragedia, Gilberto Martínez, tenía una vida soñada con su familia y sus vacciones la pasaban entre las playas del Caribe y temporadas de esquí en Bariloche, Argentina.
Los cuatro habían planificado un viaje perfecto: El Mundial de Rusia 2018 para ver a México y Argentina, ya tenía tickets de avión y boletos para los estadios, pero la tragedia impidió que esto este sueño se hiciera realidad.
Martínez, con el corazón hecho pedazos, decidió hacer siempre el viaje a Rusia como un homenaje a su familia. El domingo anterior, cuando se celebraba el día del padre en México y Argentina, estuvo presente en el estadio Olímpico Luzhnikí para ver el triunfo de los aztecas sobre Alemania, Gilberto llevaba consigo los Fan ID's de su mujer y sus hijos.

En declaraciones al periódico El Clarín confesó que el viaje lo hizo por recomendación de su sicóloga: 'Para cerrar el único tema pendiente en una familia hermosa. Cumplir el sueño de los cuatro y el de mi hijo, Diego, que iba a estar en su primer Mundial y en el sexto mío', dice.
'Vero era mi amiga desde hacía mas de 35 años, desde Lanús. Gilberto y Dieguito son fanáticos del fútbol, pero fanáticos mal. Cada vez que visitaban Argentina, que era seguido, iban a ver cualquier partido y tenían todo planeado desde septiembre para ir a Rusia los cuatro', dice Paula Dorso, que escribió a este diario para contar la historia de este 'sobreviviente'.
'Fue muy difícil llamar a la aerolínea y a los hoteles y pedir que cambien los nombres de los pasajes y reservas. Vinieron dos amigos en lugar de ellos. Uno, argentino. También usan estas camisetas para recordarlos', cuenta.
Gilberto aclara que, para respetar lo planeado, 'no se cambió nada del viaje'. Eso incluye haber viajado en tren y no en avión de Moscú a San Petersburgo 'porque así lo quería Vero'. Y como su hijo quería ver a Neymar, sacó entradas para Brasil-Costa Rica, el viernes.
El sábado anterio presenció el duelo entre Argentina e Islandia, el sueño de su hijo Dieguito era ver a Messi, en ese partido llevó una camiseta con sus amigos que decía: 'Vero, Diego, Mía, siempre conmigo'.

'Me encantaría que Messi firmara una camiseta para mi hijo acá. Estoy haciendo lo posible para llegar a él', revela.
Para el velorio de su familia, bdemostró su don de gente y pidió a todos los que asistieran al funeral llevar llevar una muñeca y una pelota para luego donar a instituciones.
Una de las motivaciones que también lo hizo viajar a Rusia es su amistad con el agente de Guillermo Ochoa quien antes del velorio le dejó un mensaje que impactó al padre. 'Cuando yo estaba camino a la funeraria, me mandó un mensaje clave: 'tu hijo va a ser un ángel que me ayude a volar'. Por eso quise venir, a regalarle los guantes que usaba mi hijo', relata Gilberto, quien llora al teléfono entre frase y frase.