Internacionales
2012-04-17
Quedaban dos minutos para el final. El Santos sometía 5-0 al Cataduvense en un partido del campeonato paulista. La tensión de los inminentes perdedores estaba a flor de piel. Y por si fuera, poco, llegó Neymar a hacer de las suyas.
El talentoso delantero brasileño le practicó a su marcador un regate de puro talento. Desbordando por banda, se paró ante el pisando el balón, le miró fijamente, se paró con los brazos en jarras unos segundos y le tiró un par de amagos antes de sortearle combinando con los dos pies una finta imposible. Demasiado para la moral sus rivales. Otro defensor fue por él y le entró con las dos piernas, lo que le costó la expulsión inmediata.
El partido ya no tuvo más historia, pero Neymar dejó para la galería otra instantánea a caballo entre la genialidad y la arrogancia.