Nacido en Camerún el 12 de enero de 2002, según consta en el permiso de residencia, no pasa desapercibido. Su cabeza se eleva muchos centímetros por encima del resto de jugadores del Hércules Alevín A.
Su ficha médica registra una altura de 1,70 metros y 60 kilos de peso, datos que superan, con mucho, la media de un niño de 11 años.
'Tiene una envergadura por encima de lo normal, pero nosotros nos guiamos por lo que dice su carnet de identidad. También son mucho más grandes que el resto los hermanos Obama, del Atlético de Madrid, y están jugando sin problemas', alegaban ayer en la Fundación Hércules al tiempo que emplazaban a la Federación española a actuar acorde a lo que dice el documento oficial de Tchako.
En el club alicantino pusieron el grito en el cielo: 'El Hércules ya se siente perjudicado'. Y agregaron: 'el partido del sábado acabó con derrota (ante el Idella de Elda) porque la Federación se negó a tramitar una ficha que aportaba toda la reglamentación en regla'.