Los integrantes de la Bicolor llevaron un susto cuando el lunes en la madrugada después que llegaba de Porto Alegre a esta ciudad, un grupo de hombres armados hizo una ráfagas de disparos muy próximo al hotel de concentración del equipo catracho.
Inmediatamente la seguridad encargada de la Selección conformada por el Ejército brasileño, la Policía Federal y la Policía reaccionaron pero no pudieron capturar a nadie.
Al principio la seguridad le acreditaba el hecho a delincuentes comunes que ese mismo día robaron en un cajero automático de la ciudad de Sorocaba o a vaqueros de la zona que acostumbran a hacer disparos cuando se embriagan, sin embargo ambas hipótesis han quedado descartadas y ahora se enfocan en capturar a los traficantes de drogas.
Tras el incidente, el jefe de seguridad de la Selección, Saúl Bueso Mazariegos, informó de lo sucedido a la FIFA, también lo reportaron al Comité organizador del Mundial.
Además se pidió que se reforzara la seguridad en un 20 por ciento más. Unos 50 elementos de la Policía Nacional, el ejército y la policía Federal le brindan protección al equipo catracho.
'Por ahora no hay nada que establezca que es una amenaza contra el Mundial o la Selección de Honduras, pero no nos podemos confiar ', expresó Bueso Mazariegos, quien ha dicho que están exigiendo un informe de lo sucedido a las las autoridades brasileñas.
Honduras comparte el grupo E del Mundial de Brasil con Francia, Ecuador y Suiza. En el primer juego los catrachos perdieron 3-0 ante los franceses.