El PSG atraviesa uno de los momentos más complicados desde la llegada del jeque Nasser Al-Khelaifi. Los acontecimientos en el club cada vez son peores y todo se produce en un momento clave de la temporada. El conjunto parisino recibe este martes al Bayern Múnich por la ida de los octavos de final de la Champions League.
Estalla la guerra en el vestuario del PSG antes de medirse al Bayern
Uno de los más cuestionados por la irregularidad del equipo es Neymar. El brasileño ha sido noticia en las últimas horas por enfrascarse con Luis Campos (director deportivo) y desaprobar a varios de sus compañeros en la derrota que sufrieron contra el Mónaco el sábado.
Según reportes franceses, esta situación parece haber acentuado el deseo del PSG de poner a Neymar nuevamente en la rampa de salida. Ya se lo propusieron el verano pasado, pero su alta ficha y su renovación automática hasta 2027 impidieron su marcha.
El atacante suma 17 goles y 16 asistencias esta temporada en la Ligue 1, pero su nivel tras el Mundial ya no es el mismo que mostró durante los primeros tres meses del curso. Además, se suman los múltiples escándalos fuera de las canchas que siguen manchando su imagen.
Neymar también ha sido señalado por sus propios vecinos, que hartos de sus fiestas acabaron por denunciarlo durante su cumpleaños el pasado 5 de febrero. Incluso el alcalde de la ciudad, Luc Wattelle, lo ha tachado de “individuo sin respeto”.
En Francia aseguran que el PSG prioriza la continuidad de Messi y Mbappé por delante de la suya. El futuro de Ney vuelve a ser tema de debate en la parte noble de la institución, que conscientes de la dificultad de cualquier operación alrededor del brasileño, podrían aprovechar cualquier oportunidad para poner fin a su etapa en París.