La noche de ayer, 6 de mayo de 2025, tenía un simbolismo especial para el Barcelona. Se cumplieron 16 años del mítico gol de Andrés Iniesta ante el Chelsea en Stamford Bridge, que les dio el pase a la final de Roma y el inicio del ciclo más exitoso del club azulgrana.
En la radio catalana RAC1 arrancaron el partido contra el Inter de Milán envuelto en esa mística y creyentes que el equipo volvería a disputar un título de la Champions League.
El gol de Raphinha en el 89', que ponía el 2-3 a favor del Barcelona en el Giuseppe Meazza y parecía certificar el boleto a la final, fue narrado con una emoción desbordante.
En los micrófonos se escuchaban gritos, referencias a Iniesta y una sensación colectiva de que el milagro estaba ocurriendo de nuevo. “¡Es el Iniestazo!”, dijo uno de lo relatores que pronto se volvió viral.
Sin embargo, la eliminatoria tenía otro guion preparado. El veterano Acerbi empató en el 93', cuando el Inter no había aparecido en toda la segunda parte, provocando un giro brutal en la emoción de los narradores.
Del éxtasis se pasó al silencio desconcertado. La narración de RAC1 cambió de tono, hubo lamentos y frases ahogadas por la incredulidad. La prórroga trajo aún más tristeza.
Davide Frattesi, en el minuto 99, sentenció el partido y selló la eliminación del Barcelona. La voz quebrada del narrador principal, que ya no gritaba sino susurraba, fue el retrato perfecto de un barcelonismo roto.
La retransmisión terminó entre elogios al esfuerzo del equipo, pero marcada por una tristeza evidente. Lo que empezó como una celebración terminó con doloroso golpe en el corazón para los azulgranas.