Giro en la defensa de Raúl Asencio tras su procesamiento por la presunta difusión de un video sexual en la que aparece una menor. El central español tomó la decisión de cambiar de abogado y ahora será defendido por los servicios jurídicos de su club, el Real Madrid.
El letrado Juango Ospina, que llevaba el caso de Asencio, fue reemplazado por Alfonso Morales Camprubí, parte del departamento jurídico de la entidad merengue, y será él quien represente al jugador en el juicio que determinará si es culpable de un delito por el que la defensa de la menor que aparece en el video reclama cuatro años de prisión para el futbolista.
La petición de la acusación particular para el resto de acusados, Juan Rodríguez, Ferran Ruiz y Andrés García, que ya no pertenecen al Real Madrid, es de cuatro años y 10 meses de cárcel, por un delito de revelación de secretos consistente en la grabación de un video sexual sin permiso, con el agravante de haberlo difundido, y otro de pornografía infantil, ya que en las imágenes aparece una menor.
Raúl Asencio no estuvo en el encuentro sexual consentido que sus tres compañeros mantuvieron con las dos jóvenes afectadas, pero se le imputa un delito de revelación de secretos en concurso con otro de pornografía infantil, porque supuestamente recibió el video y lo enseñó a una tercera persona siendo consciente de tres circunstancias: que se había grabado sin permiso, que las afectadas habían pedido que se borrara y que una de las chicas era menor.
La segunda acusación particular, ejercida por la otra joven que aparece en las imágenes, todavía no ha presentado escrito de cargos, pero la letrada que la dirige ha precisado que formulará una calificación jurídica muy similar a la propuesta por su compañero.
La Guardia Civil no logró recuperar de los celulares de los cuatro procesados los videos del encuentro sexual (en la instrucción se alude a cinco), pero sí varios chats colectivos en los que supuestamente se compartieron, así como los mensajes con los que reaccionaron a esas imágenes las personas que las recibieron.
Por ello, la acusación ejercida por la denunciante, que tenía 16 años cuando ocurrieron los hechos, pedirá que varias de esas personas que los recibieron y los comentaron sean citadas a declarar en el juicio en calidad de testigos.