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Regulación y crecimiento: El ejemplo de las casas de apuestas en Perú

Las casas de apuestas también apoyan al deporte nacional en un mundo en el que crece la atención solo a los grandes equipos internacionales.

2025-09-24

En los últimos años, las casas de apuestas en Perú han tenido un gran crecimiento. Esta buena noticia viene impulsada por la expansión del mercado digital y por la creciente afición deportiva en el país. Antes, era una actividad para unos pocos, pero hoy en día es un sector formal, regulado y que aporta beneficios económicos de varias maneras. Entre ellas, fomentando la innovación tecnológica y también ofreciendo nuevas oportunidades de trabajo.

La regulación ha permitido destacar el lado positivo de la industria de las casas de apuestas, que se habían asociado a una visión negativa en el pasado. Desde 2022, Perú aprobó en el Congreso una ley que regula de manera específica las apuestas deportivas y los juegos de casinos online. Es todo un hito en la región, porque el país es uno de los primeros en establecer un marco normativo claro en América Latina.

La legislación exige que todas las casas de apuestas que operen en el país cuenten país tengan licencia. Da igual si son físicas o digitales. Y por supuesto, están sujetas a impuestos y tienen que respetar unos estándares de transparencia y responsabilidad. Así que aumenta considerablemente la confianza de los usuarios y también la contribución de las casas a la economía peruana.

El principal objetivo del marco regulatorio es proteger al consumidor y que pueda hacer sus apuestas de forma segura. Si el sistema de pago es confiable y los juegos están supervisados por la autoridad competente, se mejora la experiencia del usuario. De la misma manera, las ganancias del sector son también ingresos para el Estado. Esos beneficios se pueden destinar a servicios sociales, educativos o deportivos.

El impacto de las casas de apuestas en la economía y el mercado laboral

Uno de los grandes aportes positivos de las casas de apuestas en Perú es el económico. Las estimaciones oficiales dicen que la industria regulada mueve cientos de millones de soles cada año. Es una fuente importante para la recaudación fiscal. Con los impuestos que prevé la ley, el Estado tiene una nueva vía para disponer de un presupuesto más amplio y poder financiar sus políticas públicas.

Otro pie relevante es la generación de empleo. El sector crea puestos de trabajo que además están diversificados. Se buscan cajeros y personal para atención al cliente, por un lado. Por otro, hacen falta perfiles tecnológicos, como desarrolladores y programadores web, expertos en ciberseguridad, analistas de datos y profesionales del marketing. Perú está, como muchos otros países, en un proceso de digitalización.

Ese proceso fortalece la economía y también está dando oportunidades a muchos jóvenes que no encontraban salida a su formación en nuevas tecnologías. Es gracias a la competencia en el mercado de apuestas, en parte, porque esa competencia impulsa la innovación. Las casas de apuestas reguladas invierten en tener plataformas que sean modernas y atractivas, y además sean seguras y fáciles de usar. Es el caso de Betsson Perú, que ofrece una experiencia interactiva y de calidad a sus usuarios en un entorno confiable.

Quienes deciden participar en los juegos en línea están ayudando a desarrollar los servicios digitales de calidad en Perú. Desde la encriptación de datos, a la puesta en marcha de métodos de pago en línea que sean seguros y tengan opciones para todos los gustos. También aplicaciones para móviles o juegos que han fomentado la carrera de muchos desarrolladores. En su conjunto, son medidas que consiguen que los usuarios tengan más confianza en un entorno transparente y gestionado con responsabilidad.

Las plataformas apuestan por el desarrollo local y el juego responsable

Las casas de apuestas también apoyan al deporte nacional en un mundo en el que crece la atención solo a los grandes equipos internacionales y los locales pierden espacio en los medios. En Perú, varias empresas se han convertido en patrocinadores oficiales de equipos de fútbol, por ejemplo, o de torneos y deportistas. Les aportan recursos que contribuyen a que los equipos crezcan y tengan más oportunidades.

La financiación del deporte está cada vez más limitada, sobre todo cuando hablamos de pequeña escala. Así que la colaboración privada es una herramienta fundamental para que el deporte local siga siendo fuerte y tenga impulso. Con la ayuda de las casas de apuestas, se ha diversificado más la oferta de entretenimiento. No son solo partidos de fútbol, los usuarios pueden descubrir deportes electrónicos, tenis, baloncesto o Fórmula 1 y un largo etcétera.

Hay un abanico de posibilidades que hace que las plataformas de apuestas sean espacios para un ocio modernizado que se conecta con las tendencias globales y lo hace de forma responsable. Porque la regulación también lo fomenta. Las casas de apuestas incluyen por ley herramientas de control para los jugadores. Por ejemplo, se pueden poner límites a los depósitos, autoexclusión voluntaria y se reciben mensajes de advertencia para que los jugadores hagan un uso moderado de la plataforma.

Las medidas que prevé la regulación buscan prevenir conductas que puedan llegar a ser un problema. Es importante, y así se respira en la ley, que el juego sea puro entretenimiento y eso esté siempre garantizado. Además, también se ponen en marcha campañas para concienciar sobre los riesgos, lo que ha supuesto un cambio de paradigma. El sector ya no se ve como una amenaza, sino como un actor responsable más de la sociedad que asume sus compromisos con su bienestar.