Rubiales sobre el polémico beso a Jennifer Hermoso: “Si ella se fue muerta de risa y dándome dos cachetes al costado”

Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), fue citado el pasado 15 de septiembre ante el juez de la Audiencia Nacional, Francisco de Jorge, para declarar como investigado en la causa abierta por “agresión sexual” y “coacciones” tras el beso que dio a Jenni Hermoso luego de que España ganara el Mundial femenino.

El diario ‘El Español’ ha tenido acceso a las declaraciones de Rubiales y, según su versión, el beso con la futbolista fue consentido, por lo que no le pedirá perdón. Justifica que fue en un momento de algarabía por la obtención del título y que quedaría solo como una “anécdota”.

“Ganamos un Mundial, hay muestras de afecto. Esto no es que alguien ha llevado a una oficina a alguien a escondidas a darle un beso por la fuerza. No. Es que fue algo tan natural, a la luz de millones de ojos, entre dos personas que han estado conviviendo mucho tiempo”, asegura Rubiales, en la información que recoge la citada fuente.

Consultado por un abogado si consideraba que había respetado a Jennifer cuando la besó, el directivo replicó: “Vamos... ¡si es que le pregunté antes! ¿Cómo no la voy a respetar? Si ella se fue muerta de risa y dándome dos cachetes en el costado”.

“¿Cómo le voy a pedir perdón si estábamos los dos super contentos?”, dijo Rubiales, quien aseguró que Hermoso “falta a la verdad hasta cuando dice que tengo dos hijas, porque son tres”.

En las imágenes se ve que el expresidente toma de la cabeza a Jennifer para besarla y lo explica. “Ella me agarra de donde puede, yo la agarro también y no hay más. Dos o tres minutos después me cogieron entre todas y me tiraron para arriba, me balancearon. Y en ese momento no voy a decir que no me toquen, con perdón, el cu**, las rodillas o el hombro. Hemos ganado un Mundial y es algo indescriptible la euforia y la alegría tan tremenda que hay”.

Rubiales acusa a Hermoso de mentir e insiste en que el beso, que califica de “anécdota”, fue consentido y que nunca la presionó para justificarlo públicamente.

“Lo que queríamos era cortarlo y no crear un problema que se ha creado de algo que era una anécdota y que, seguramente en cuanto a decoro y demás, no fue lo adecuado pero que no había nada más”, sostuvo.

También dice que pidió a la jugadora dar explicaciones: “Acabemos con esto, que esto me va a hacer mucho daño”. Pero la campeona del mundo se habría negado.

“Le dije: Oye, mis hijas están aquí, están sufriendo. Podemos acabar ya con esto”, manifestó el expresidente en las declaraciones que publicó ‘El Español’.