2016-05-16
La tradición de los equipos ingleses de que en el último partido ingresen al campo los jugadores con su familias para despedirse del
público se cumplió en Stamford Bridge el domingo en el duelo frente al Leicester que acabó empatado.
Uno de los momentos que quedó guardado fue el del belga Eden Hazard con uno de sus tres hijos.
El menor de todos tenía muchas ganas de jugar y Hazard parecía disponible, pero cuando quería quitarle la pelota no se la daba hasta que el pequeño cayó en su intento.
Luego nuevamente buscó la pelota y logró ganarle a su padre, pero cuando se dirigía a recogerla, Hazard le puso el pie y nuevamente cayó tendido en la grama el chiquitín en una jocosa acción.