La Selección

Juan Pablo Montes soñó con ser un pintor reconocido

El defensor de la Selección Nacional ya es considerado un ídolo en Sulaco, Yoro

2013-06-17

Cuando tenía cuatro años, cayó en una olla en la que se cocinaba el maíz para las tortillas y eso mantuvo en vilo a su familia en su natal Sulaco, Yoro.

Les presentamos a Juan Pablo Montes, el defensa central de la Selección Nacional, quien jugó su primer partido eliminatorio y ha respondido a las exigencias al sustituir con gran ímpetu a viejos lobos de mar como Osman Chávez. El martes ante Estados Unidos ocupará el lugar del suspendido Víctor Bernárdez.

En Sulaco, lugar de origen de Juan Pablo, ya lo veneran. Es un pequeño poblado de apenas 13,700 habitantes en el cono sur del departamento de Yoro, donde la mayoría de los niños ya quieren ser como “Canilla”, así le dicen sus amigos por su estatura, aunque a él no le gusta.

Para Sulaco es un orgullo que personas como Juan Pablo pongan en alto el nombre de este pueblo olvidado por los políticos”, cuenta el profesor Rubili Girón, quien además de ser catedrático del instituto San Juan de Sula, donde estudió Montes, fue su primer entrenador y quien lo llevó a Motagua con 14 años.

TENÍA PROHIBIDO JUGAR

Juan nació en el seno de una familia humilde, es el hijo menor de seis hermanos, todos varones. Su padre es don Alberto Montes, un agricultor, y doña Bernarda Montes, un ama de casa, de quienes es evidente la emoción cuando hablan de su hijo.

“Yo le pido a la virgencita y se lo encomiendo en cada partido. Mi muchacho es todo, me siento orgullosa de decir que soy su madre”, afirma doña Bernarda.

En la casa de los Montes, a Juan Pablo le prohibían ir a jugar fútbol, pero se las ingeniaba y se iba a escondidas. Su madre recuerda que hubo veces que le llamó la atención.

“Siempre le decía que lo más importante era estudiar, que esa pelota no le daría nada, pero mire cómo es el destino, ahora lo miro y me siento orgullosa de verlo jugar con la Selección y espero que sea titular”, reconoce.

“Una vez que le llamé la atención porque se fue a escondidas a jugar me dijo: ‘Papá, un día me vas a ver por la televisión’, siempre que lo miro en los partidos se me viene el recuerdo”, afirma don Beto, un tanto nostálgico.

Pero lejos de sus condiciones como jugador de fútbol, Pablo Montes tiene habilidades que pocos conocen.

Le encanta la pintura, desde pequeño ganó concursos en la escuela. “Recuerdo que logró el primer lugar pintando un paisaje y le dieron de premio 10 lempiras. De niño siempre soñó con ser pintor”, recordó don Alberto.

EN HONOR A MONTES

Así en Sulaco, a Juan Pablo le harán un homenaje cuando regrese de Estados Unidos y se tiene previsto hacer una barbacoa. “Vamos a tener dos toros y una fiesta”, reveló Rubili.