La Selección

En consejo de David Suazo a su hijo Luis que hizo cambiar el rumbo del partido de Honduras y clasificar al Mundial

La Pantera le gritó desde el palco a Luis que, al momento de ingresar al campo, le dio un aire a Honduras y con su asistencia se venció a Puerto Rico.

2025-02-15

Hay un dicho dice que dice que hijo de tigre sale pintado, pero aquí es diferente... hijo de Pantera, sale igualito. Luis Gabriel Suazo es diferente, es el jugador que le cambia el ritmo a esta Selección Sub-17. Cuando ingresó en el segundo tiempo le dio vuelta al volumen de juego y desde las gradas recibió un mensaje espectacular.

Óscar David Suazo, el Rey David o La Pantera Suazo, el padre de Luis Gabriel, gritó desde el palco del Morazán a su vástago, que cuando iba a ingresar giró el cuello y escuchó los gritos de papá: “Luis, el alma y el corazón”, le gritó el exjugador del Inter de Milán. Luis Gabriel hizo exactamente lo que se le pidió.

Su ingreso refrescó el ataque de Honduras, los cambios de orientación en las jugadas combinados con su velocidad, muestran a un jugador con técnica, potencia física y, sobre todo, inteligencia para saber ubicar a sus compañeros. Su asistencia de gol es puro logro de él, hace la individual y filtra al espacio para que Arriola llegara pleno y marcar el gol del triunfo.

David Suazo dándole indicaciones a su hijo sobre la mentalidad con la que debería encarar el partido y así lo hizo.

¿Por qué es suplente? El entrenador Israel Canales fue claro que esta Sub-17 es un equipo y no de individualidades, pero el caso de Luis Suazo ya es de analizar. Es diferente, distinto, tiene clase y al escuchar el pedido de su padre, le dio a Honduras la clasificación al Mundial. En el duelo anterior ante Bonaire marcó un triplete y dio una asistencia, lo de esta noche redondeó el círculo.

Nació en Cerdeña, Italia, su madre es italiana, habla italiano, pero siente la camisa de Honduras como nunca. Cuando terminó el partido, Luis Gabriel se puso de rodillas en la cancha y lloró de felicidad. Así como lo hizo su padre en 1999 en la cancha del Mateo Flores cuando clasificó a Honduras al Mundial Sub-20 de Nigeria, hoy la dinastía Suazo demostró que sigue viva y el futuro de Honduras es prometedor.