San Ignacio es el lugar donde nació Donis Escober, el hombre que tendrá la responsabilidad de cuidar los tres postes de la Bicolor este 2 de septiembre.
La pobreza le obligó desde muy niño a trabajar en el campo, ayudando a su padre a cultivar.
En el lado derecho de su rostro tiene una cicatriz producto de ello y lo explicó en una entrevista a DIEZ.
'Mi papá llevaba con un lazo a un macho (hijo de una yegua y un burro), pero él no quería caminar, yo venía atrás porque él me dijo que le fuera pegando para que caminara. Cuando lo iba a hacer, creo que me miró o lo sintió y fue cuando me pegó una patada y me rompió toda la cara'.
Crecer allí no fue sencillo, pero siempre encontraba espacio para seguir un balón y soñar con triunfar en el fútbol.
Ahora que se ha convertido en toda una figura del balompié catracho, no olvida sus raíces y cada vez que puede se desplaza hasta este recóndito lugar para transformarse en un agricultor y seguir ayudando a su papá.
'El trabajo de la agricultura es muy complicado, requiere de mucho esfuerzo y sacrificio. Lo hice de pequeño y no se me olvida', recordó en su momento.
Los inicios del 'Pimpollo' no fueron bajo el marco, comenzó jugando como delantero y pero con el tiempo fue encontrando su lugar.
'Le hacíamos pelotas de medias, por que había una gran crisis. No le podíamos comprar una pelota de caucho', confesó Salatiel Escober, su padre.
A los 15 años ya jugaba en Liga Mayor de su pueblo y logró mayor trascendencia durante un clásico entre el Real Juventud (los de barrio abajo) y el Britania (los de barrio arriba).
Al minuto 12 de juego el árbitro pitó un penal en favor de los de barrio arriba, la gente invadió el campo molesta y el partido se tuvo que suspender y jugarse el siguiente domingo.
Donis, quien ya jugaba en el pórtico, ensayó toda la semana los penales y incluso recuerda que soñó contenerlo y así lo hizo. 'Nunca dudé de tirarme a ese lado porque ese momento ya lo había soñado', confesó.
LLEGA AL OLIMPIA
Los veteranos del club merengue hicieron una visita a San Ignacio para jugar un partido amistoso, durante el mismo se quedaron sin portero por una lesión y le dieron la oportunidad de jugar con ellos.
Escober demostró sus condiciones y estos lo recomendaron para hacer una prueba con el equipo y la aprobó, desde allí inició su ascenso.
Una de las virtudes de Donis es su paciencia, fue tercer portero por mucho tiempo, adelante tuvo a Ricardo James y Donaldo González, ambos se fueron y lo dejaron disputando el puesto con Noel Valladares.