El rival de Honduras de este miércoles (10AM hora hondureña) por las semifinales de los Juegos Olímpicos, arribó este martes a Río de Janeiro tras entrenar dos días en la granja Comary, su sede ubicada en la localidad de Teresópolis, a unas dos horas de la ciudad.
El equipo brasileño hizo el viaje en autobús y resguardado por un dispositivo de seguridad muy fuerte, como casi siempre lo hacen.
NEYMAR PREFIRIÓ EL SILENCIO
Los jugadores no llegaron de buen ánimo. Se miraban cansados y apenas atendieron a un pequeño grupo de aficionados que llegó a recibirlos.
Neymar fue el último que bajó el vehículo. Llevaban un cojín colgado en su cuello. Hacía gestos fe cansancio y pasó muy rápido frente a los medios de comunicación (apenas un canal brasileño) y la afición.
Brasil se instaló en el hotel Ramada, su sede casi siempre que llega a Río de Janeiro. Los jugadores subieron de inmediato a las habitaciones y luego harían su cena antes de ir a descansar y enfrentar este miércoles a Honduras.