La opinión de Diego Paz: 'Es una victoria, pero no hay que engañarnos'

Eran las 6:30 pm y en los alrededores del estadio Olímpico ya corría el rumor de que abrirían los portones para ir a ver la Selección de Honduras en su juego más importante de la cuadrangular eliminatoria.

“Hey compa, ¿cree que ganamos?”, le preguntó un vendedor a un hincha mientras sonaba fuerte la batucada de Diez frente al portón principal del coloso sampedrano.

“Goleadores, goleadores, goleadores”, gritaba el mismo comerciante para ofrecer huevos de tortuga, esos que pusimos ayer.

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Porque tuvimos garra, pero el accionar fue igual que la del lento reptil. Bien por Donis Escober, quien tapó lo que pudo significar el 1-1, excelente Najar, quien tuvo entretenida a la defensa salvadoreña y bien por Quioto, que le puso el puntillazo al juego en el último suspiro.

Y bien por... Honduras, pues con una victoria ante Canadá, prácticamente clasificamos a una hexagonal a la que, por fútbol, no merecemos asistir.

Pero así es el deporte que brinda la oportunidad para reivindicarse. ¿Qué más puede hacer Jorge Luis Pinto a estas alturas? Hasta probó al aclamado Carlo Costly, (quien evidentemente no tiene, en este momento, el nivel para estar en una Selección).

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Llegamos con claridad seis veces al marco de un pobre equipo salvadoreño, solo anotamos dos veces gracias a Boniek y Quioto. Honduras avanzará, pero no porque lo merece, es que el equipo de Primi Maradiaga y Canadá, que perdió ayer en el Azteca, juegan peor. Hay que reflexionar y mejorar para ir a Rusia.