Luis Fernando Suárez llega puntual, como es su costumbre. Saluda, pregunta dónde será la entrevista con Diario DIEZ, le dicen que es en la sala de prensa de la Federación, se sienta y con serenidad comenzó a responder cada pregunta.
Hablamos de diversos temas relacionados a la Bicolor. Mostró su lado intelectual y el fácil manejo que tiene sobre varias situaciones desde su cargo como seleccionador nacional.
Casi un año de estar en Honduras, ¿cómo ha sido este tiempo de adaptación a nuestra sociedad?
Bien. Lo que he buscado es llevar una vida lo más sencilla posible. También con la fortuna que he tenido gente que me ha ayudado a hacerlo fácil, se han comportado muy bien conmigo. Siempre he tenido toda la colaboración de la gente de la Federación. Donde he estado siempre lo que se quiere es que nos vaya bien y por esa parte puedo decir que me he sentido bastante tranquilo.
¿Durante este tiempo ha tenido la oportunidad de contactarse directamente con el aficionado?
Es una situación que se presenta de lógica. Aquí hay mucha gente que le gusta el fútbol y de pronto te reconocen en la calle o en cualquier lugar. Siempre hay saludos, deseos de que nos vaya bien con la Selección y de repente algún consejo que me puedan dar y que lógicamente he tenido que aceptar.
¿Ha vivido lo que se imaginaba desde que vino a Honduras?
Soy consciente de algo, de que al seleccionador nacional le tienen una mirada especial de parte de todo el mundo. Cuando uno dirige a un equipo, solo los hinchas de ese club tienen que ver con uno, pero cuando se dirige a un país entero, ahí sí que la situación es mucho más complicada, hay una exigencia mayor, pero todas esas situaciones no es la primera vez que las vivo. Estoy consciente de todo, habrá momentos difíciles que tendremos que pasar y habrá otros que se tendrán que disfrutar con la gente. Son situaciones muy normales a las que ya estoy acostumbrado.
¿Somos un país tan futbolero como creemos?
Siempre habrá algo que nos caracterizará a los países latinos, somos países pobres, con muchos problemas, de pronto muy graves en varias cosas: corrupción alta, violencia, injusticias, donde normalmente ese modo de vida nos muestra con mucho pesimismo en casi todo. Muchas veces las pocas alegrías las da el deporte y en Honduras donde más visualizamos cosas mejores es en el fútbol.
¿Este tema social le genera más compromiso a la Selección Nacional?
Es importante que los jugadores sepan qué es lo que representan y que no simplemente es un pedazo de tierra. Representan un montón de sentimientos, de cosas etéreas, que son del alma y que de ninguna manera son materiales. Por esa razón una de las cosas que yo siempre le he hablado al jugador y donde pienso que deben tenerlo claro, es que el futbolista tiene que saber que cuando está representando al país debe entregarse totalmente. Cuando ya estás dentro de la Selección tienen que dejar todo, ser serios, profesionales, entregarse con el corazón y saber que es más importante que cosas como un premio o una plata que te den por conseguir algo.
¿Y nuestros jugadores tienen claro ese concepto?
Mi mensaje constante es ese. Siempre estoy buscando que el perfil del jugador sea el que acabo de mencionar. Seguramente en el momento que ya tengamos la Selección completa se van a quedar los que quieran quedarse bajo todas esas condiciones y entiendan todo lo que se maneja cuando se ponen la camisa de la Selección.
Le leí algo sobre el tema de la educación que deben tener los jugadores. ¿Qué grado de importancia tiene eso para usted?
No es solamente a nivel de un jugador, es a nivel de toda una sociedad, un país sin educación fácilmente será aniquilado. Si no hay educación no vas a crecer como país y lógicamente si un jugador no lo hace, no vas a crecer como equipo. Yo no tengo la visión del jugador de fútbol, tengo la visión de la persona que juega al fútbol. Ahí está la clave para todo.
A usted le gusta mucho leer, se le nota su nivel intelectual. ¿Es fácil inculcarle eso al jugador de la Selección Nacional?
Es cuestión de gustos, pero no creo que eso sea la educación, al que le gusta leer es porque le gusta hacerlo, hay gente que prefiere otras cosas. Lo que sí creo es que el jugador siga buscando capacitarse, ellos saben que son internacionales y lo mínimo que deben hacer es saber inglés. Eso ya es crecer. Hay algo que sí debe existir en los futbolistas y es que sea inteligente. Ahora hablan de muchas clases de inteligencia y en el fútbol debe tener inteligencia táctica, por ejemplo. Que tenga capacidad de leer el juego y yo quisiera tener esa clase de jugadores.
¿Tenemos jugadores inteligentes en la Selección Nacional?
Sí. Hay gente muy inteligente, que sabe lo que tiene que hacer y para dónde va, que entiende el juego y eso es importante.
El otro día escribió que un equipo debe tener un grupo que se lleve bien, sea coherente y que forme un bloque. ¿Existen estos elementos en nuestra Selección?
Hay un buen grupo humano. Gente que se quiere. Yo veo que cuando se reúnen, lo hacen con alegría, se llevan bien. La cohesión de un grupo es vital para funcionar como equipo dentro de la cancha. Todos los días lo repetimos y ellos en ese sentido se van metiendo en el compromiso.
¿Y cómo hace para repetirles si casi nunca los tiene juntos?
Todos los días se les recuerda. Casi siempre hablamos y les digo para qué estamos trabajando. El cuido personal es clave y cuando llegan a la Selección se les recuerda cada cosa para mecanizarlas. Cada vez que hablamos les repito muchas cosas, para que cada vez que se pongan la camiseta de la Selección no se les olvide. En esto lo más importante debe ser el país y la gente debe entender que cuando estás metido en lo que nosotros estamos metidos, por el país hay que dar la vida.
¿Usted no descansa?
Ja, ja, ja. Yo descanso lo suficiente. Pasa que uno de viejo duerme cuatro o cinco horas y es suficiente. Me duermo a las 11:00 y a las 4:00 de la mañana estoy viendo hacia el techo, pensando cosas y mejor me levanto. Descanso bien, estoy tranquilo, si durante el día es un torbellino de ideas porque sé cuál es la exigencia y sé lo que se quiere y busco ser lo más eficiente posible. Estoy consciente que no me puedo quedar quieto.
¿Su entusiasmo se lo ha trasladado a los jugadores?
Esa es una pregunta para ellos, espero que sí. Los verdaderos motivadores en una Selección somos el cuerpo técnico. Hay que llegar claros, conscientes de lo que se debe buscar, directos en la forma que decimos las cosas y animarlos a que se enfoquen en el trabajo. En cada reunión buscamos que ellos, aún cometiendo errores, deben saber que después de equivocarse hay que mejorar.
¿Y durante todo el proceso usted ha perdido la motivación por algo?
Hay días en los que uno se levanta mal. No puedo decir que todos los días estoy claro, he tenido días oscuros y mejor no salgo a la calle. Busco leer un libro y pensar un poco. Hay días malos, pero es normal para un ser humano.
¿Qué sensaciones tiene con respecto al trabajo que ha hecho, a menos de 100 días para que inicie la eliminatoria?
Satisfecho del todo no estoy, pero sí optimista. Siempre quiero más, pero obviamente no se puede. Soy consciente de las dificultades que en determinado momento se presentan. En 10 meses de trabajo es muy difícil que uno pueda conocer un país y los jugadores de fútbol también, en ese sentido no puedo quedarme quieto, debo buscar la manera de darme cuenta de quiénes son los mejores. La mayor crítica que me hacen ahora es que no tengo la base del equipo. La gente quisiera tener a los titulares para la eliminatoria, pero es imposible hacerlo. Siempre tengo que estar buscando el nuevo jugador, alguien que me dé más que los que tengo ahora.
Lo noto muy positivo.
Es que no me puedo desalentar ni llenarme de un optimismo grandísimo porque no sé qué puede pasar después. Sé para dónde voy, sé lo que quiero, en ese sentido estoy claro del encargo que me hicieron cuando me contrataron, que es clasificar al Mundial y tenemos las herramientas y los jugadores para poder hacerlo.
¿No le generan nada las críticas?
No le puedo negar que no me gusta que hablen mal de mí, a nadie le gusta, a usted no le agradaría que hablen mal de su profesión como periodista, pero soy consciente que mi trabajo da para eso, pero al final lo más importante es mi autoevaluación y aparte tengo gente al lado que les pido que sean los mayores críticos conmigo porque todo es para mejorar. No soy perfecto, me he equivocado, pero también he acertado en varias cosas. Tengo claro que en este trabajo soy eficiente y por esa razón estoy tranquilo.
¿Han habido temas que lo han desgastado? Por ejemplo, ¿el caso Costly?
Espero que me entienda esta respuesta, no quiero sonar grosero. A veces me realizan entrevistas y les digo que me hacen las mismas preguntas “tontas” de siempre y yo doy las mismas respuestas “tontas”. En esto estamos llenos de clichés. En algunos casos, ya tengo mecanizado lo que voy a decir, pero he disfrutado algunas entrevistas y también he rechazado buenas por mi misma soberbia. El periodista con el entrenador somos como enemigos íntimos. Yo respeto mucho a los periodistas. Ustedes son críticos de fútbol y es algo normal.