En el fútbol, a las joyitas las puedes descubrir desde el primer momento que los ves teniendo contacto con el balón. Puede ser mientras juegan en un potrero, un campo de tierra, sobre la arena en la playa o peloteando en la calle. A Bryan Samir Félix Hernández lo encontraron barrileando en una cancha de cemento dentro de un barrio populoso, y el resto es historia.
Nacido el 30 de diciembre del 2002 dentro del hospital Instituto Hondureño Seguro Social en la ciudad de San Pedro Sula, criado en el barrio Cabañas y formado futbolísticamente en varias academias locales, el “Niño Pícaro” está dando de qué hablar en Costa Rica donde deslumbra en el gigante centroamericano, Liga Deportiva Alajuelense.
Con cinco partidos en el 2022, un amistoso ante Herediano (titular) y tres de liga ante Guanacasteca (titular), Guadalupe (suplente), Pérez Zeledón (titular) y Cartaginés (suplente), el hondureño, que su pierna hábil es la zurda y juega por el extremo izquierdo, así como por la derecha, es la nueva promesa del fútbol catracho, que poco conoce de él, pero del que ya se habla.
DIEZ se adentró al hogar del jugador Félix para descubrir su origen, familia, sueños y trayectoria con la número cinco, a la que juró vida eterna desde muy pequeño y actualmente le tiene jugando en la élite de la región.
- Con un padre Chef y de familia futbolera -
Benito Alexander Félix, de 42 años, originario de Iriona, Colón, es padre de cuatro hijos, casado con Flavia Yessenia Suazo Hernández, y con un conocimiento formativo del fútbol. En su juventud, militó en las reservas del Victoria y Real España, pero una lesión de ligamentos acabó con su carrera antes de que iniciara profesionalmente en el año 1999.
Desde la fecha, el padre de Samir se adentró hacia el mundo de la cocina, y como todo buen garífuna, se especializa en los mariscos, sopas y hasta le hace a la comida gourmet. Para sustentar a su familia, a la cual no hubo un día a la que le faltó alimentos en el hogar, Benito trabajó por muchos años en restaurantes, hoteles y comedores hasta que tuvo su propia cocina hace seis años, pero ésta cerró tras la pandemia. Actualmente, trabaja en asociación.
La Familia Félix Hernández es totalmente sampedrana. Todos nacieron y se han criado en Barrio Cabañas, donde vivieron por la 15 calle-16 avenida por 12 años, después se trasladaron por tres años a Barandillas y fue en 2021 cuando se mudaron de nuevo al lugar donde todo inició, pero ahora desde el sector Pastor Zelaya, donde DIEZ llegó para conocer esta historia.
“Bryan ha sido un buen hijo, servicial, ayuda en lo que puede. Es un cipote sano, usted sabe que desde muy pequeño ahora toman los vicios. Él siempre estuvo enfocado en el fútbol. Al colegio y a entrenar iban caminando o en jalón. Ahora que está en Alajuela, nos ayuda a pagar el apartamento donde vivimos ya hace un año, además de otros gastos que estamos solventando. Mi familia siempre ha tenido humildemente lo que han querido. Yo hablo con él todos los días. Él entrena en la mañana, hay veces que va al gimnasio y es en la noche que lo llamo cuando está tranquilo”, inició a contar la historia el padre de Bryan Samir.
A pesar de que Benito no pudo lograr su sueño en el fútbol, sus hijos sí lo hicieron, empezando por su primogénito, Melker Alexander, de 22 años, que fichó en el verano del 2021 por el Linense malagueño, procedente de la tercera división de España. El hermano mayor de Bryan, que juega como central izquierdo, inició en su niñez en la escuela de Néstor Matamala, Henerma, para comenzar su carrera en el Lone FC de la Liga de Ascenso. Fue allí donde pasó hacia el Motagua, que lo tuvo en sus reservas por dos años, para después regresar a su exequipo. Posteriormente, militó en la academia GSM de donde el zaguero salió hacia el extranjero.
La madre de Melker, Bryan, y de las niñas Quiandy Jessenia (17 años) y Naidelin Rachel (12), que trabaja como supervisora de empaques en la fábrica Gildan, en Choloma, cuenta con un sobrino futbolista, que es el lateral derecho Kevin Álvarez, canterano del Olimpia y actual jugador del Real España y de la Selección Nacional. El primo de los cipotes Félix fue el que llevó a ambos jugadores a la institución del más grande Honduras, donde estuvieron cerca de adentrarse.
Félix Hernández es un chico con buenos valores, su único problema era que cuando comenzó a jugar era muy burlón. A él le podías pegar una patada y a la siguiente jugada te iba a encarar con el balón, pero si te hacía una cocina o finta, tené por seguro que se venía esa ‘risita’. Desde pequeño tenía esa picardía de la que todos hablan.
El sueño del volante del Alajuelense inició a los ocho años cuando jugó en la categoría pre-mosco con la escuela Henerma. Cuando cumplió, 10, tuvo un paso por la Academia Chamaco Guifarro; posteriormente se dedicó a estar jugando el equipo de su escuela, Presentación Centeno, de la 13 calle en Barrio Cabañas.
Fue allí donde Bryan conoció a su mejor amigo, Isaac Castillo, que, con 18 años, es titular en el Marathón sampedrano. Los cipotes iniciaron juntos su ilusión en la cancha, formando una gran amistad que era un dolor de cabeza para los docentes en la escuela.
Según relata su padre, Bryan era un tremendo, por lo que a Don Félix lo llamaban para poner queja de que el cipote se reía de todo lo que los maestros le decían.
“Una vez me llamaron porque en un documento que firmó, él puso su nombre como Bryan Beckeles, (haciendo referencia al jugador hondureño del mismo nombre). ‘Vos te llamas Bryan Samir Félix Hernández’, le dije, al principio no me gustó, pero todo el mundo le conoce como Beckeles”, comentó Benito.
Isaac, ahora volante verdolaga, es uña y mugre de Bryan. “Estos jodidos son terribles, se conocen desde pequeños y cuando los dos se juntan son un desastre”, dijo don Félix. Su amistad fue es hermanos, ambos son muchachos sanos, aunque llevan casi dos años sin verse. Dentro de la cancha eran balas, pero en el salón de clases un terror, pues si regañaban a uno, también se la llevaba el otro ya que pasaban juntos todo el tiempo: en el hogar, escuela y cancha.
- Bryan Samir, peleado por los Leones -
Byran Samir nunca fue alguien a quien le interesó el estudio porque su misión era convertirse en futbolista profesional, es por eso que, igual como lo hizo su hermano mayor, cumplió con el ciclo común (noveno grado) y se enfocó en la pelota, donde un vecino se quedó atónito cuando lo vio jugar en Cabañas.
“Era el 2016, y se jugaba en la 11 de calle un torneo en una canchita cemento. Ya había escuchado de que éste chavo (Bryan) era bueno, era algo repetitivo en el barrio. Bryan junto a Isaac armaron un equipo, y yo metí al mío para darle competencia.. ¡Nombe! Nos dieron una agarrada... Allí me di cuenta que ese moreno era lo que decían”, dijo Samy Rodas, su entrenador en la Academia Leones en la categoría U-18.
Samy fue el que se encargó en llevar a Félix a este instituto que es semillero sampedrano de futbolistas. En este club fue donde el joven catracho pulió sus condiciones con el balón: su ex estratega lo describió como alguien técnico, rápido, inteligente, explosivo y con mucha, pero mucha picardía, que es algo escaso en el balompié catracho.
A Leones, un proyecto dirigido por Milton Güity desde 2017, Bryan llegó en 2018 gracias a que su vecino Rodas le llevó a la cancha de ServiHogar, frente a Rancho Tara, donde inició como lateral por izquierda, pero al verle condiciones se empezó a desarrollar como volante en el mismo sector o a pierna cambiada.
Félix fue campeón goleador en todas las categorías que jugó en el colegio y federado, su futuro lucía brillante, por lo que muchos equipos de Liga Nacional, hasta el día de hoy, retumban el teléfono del padre del futbolista para hacerse con sus servicios. Según cuenta Benito, acompañado del relato del DT Rodas, el zurdo de sampedrano estuvo a punto de fichar por el Olimpia.
“Bryan es gran Marathón, cuando jugaba el equipo en casa él no se perdía ningún partido en el estadio. Sin embargo, su deseo siempre ha sido jugar en el Olimpia, donde Kevin (Álvarez) lo llevó a hacerse una prueba. Estuvo una semana, lo aprobaron, pero al momento de firmar nos pusieron unas condiciones que no me agradaron, solo querían darle a un cipote de 16 años un contrato por dos años. No llegamos a un acuerdo. Con Melker también pasó lo mismo, y quedé con esa espinita sobre que a los equipos en Honduras les gusta hacer trabas a los chavos. Creo que optamos bien, mi deseo siempre ha sido mis hijos no jueguen en el país, que lo hagan afuera, y se está cumpliendo”, confesó Don Félix sobre lo acontecido en 2018.
Samy Rodas, de Leones, contó respecto a esto que “casi nos lo roba Olimpia, nosotros nos dimos cuenta que iba a fichar con ellos cuando él ya estaba entrenando allá que fue cuando me llamaron. Bryan estaba apunto de fichar. Levanté mi teléfono y le hablé a Milton (Güity) que hizo la gestión y no firmó. Hizo bien, miren donde está ahora”.
- El sueño en Costa Rica -
Semanas después, el visor y agente FIFA, el tico Daniel Solis, llegó a San Pedro Sula, donde en ese tiempo la academia Leones ahora entrenaba en la cancha de la Fesitranh. Solís observó a Félix en los entrenamientos y partidos del club, dando el visto bueno para llevarlo a Costa Rica, junto al otro sampedrano, Osman Crisanto, que juega en el Pérez Zeledón, en el 1 de abril del 2019.
En su primera llegada a suelo tico, Bryan Samir fue a probar suerte en el Consultants Moravia, equipo perteneciente a la Segunda División local. Su agente, con el que tiene contrato hasta 2025, y que maneja las fichas de jugadores hondureños como Alberth Elis, Rubilio Castillo y el mismo Álvarez, llevó la instalación del cipote en Costa Rica a paso lento, pues quería que la adaptación no le costara al aquel entonces niño de 16 años, por lo que regresó a lo seis meses.
En 2020, Félix también viajó a este país por un mismo lapso de tiempo, volviendo a Honduras a finales de este año antes de irse definitivamente a la Liga Deportiva Alajuelense el 16 de agosto del 2021. Desde que el sampedrano llegó a la cueva del León tico, la rompió. Su desarrollo en las inferiores del equipo fue tanta que se convirtió en una de las figuras de la liga de reservas, de la cual se proclamaron campeones a finales del año pasado
Esto hizo que el entrenador español manudo, Albert Rudé, le diera la oportunidad en la pretemporada de cara al Clausura 2022, donde fue titular en un amistoso ante Herediano, lo que hizo que firmará con el primer equipo hasta 2025.
El 15 de enero debutó oficialmente, haciéndolo como estelar frente al Guanacasteca (1-0) en compañía en cancha del también hondureño Alex López. En los siguientes partidos jugó como suplente (4-0 vs Guadalupe y titular (1-2 Pérez Zeledón). Los medios ticos ya alardean sobre la joyita hondureña, pero Bryan se mantiene humilde, sabiendo que su futuro es brillante.
“A él nada lo impresiona, puede jugar contra quién sea. Cuando debutó con Alajuelense me dijo que se siente igual que en todos lados, diciendo que le pueden poner quién sea, puede ser Messi, y si tiene que ‘rajarlo’, lo hará, porque él siempre juega su fútbol. A veces cuando sale en reportajes, o en la tele, ni se percata, le comentan que lo vieron en tal lugar, pero no suele ponerle interés. Esta historia que estamos haciendo sí que lo verá (risas)”, cerró su padre Benito.
- Dentro de una generación prometedora -
Félix Hernández es uno de los jugadores que podrían jugar con Honduras el Clasificatorio de Concacaf que da acceso al Mundial Sub-20 en Indonesia en 2023 y los Juegos Olímpicos de París en 2024, a disputarse este verano.
Junto a su amigo Isaac Castillo, y otros legionarios de sangre hondureña como Valerio Marinacci (Lazio Sub-19), Keyrol Figueroa (Liverpool U-16 y 18), Leonardo García (Hamburgo Sub-19), entre otros, forman una generación que si Fenafuth ‘se pone las pilas’ contactándolos, deslumbrarían en la Selección Nacional y formarían parte del proceso hacia el Mundial del 2026.
DIEZ llegó a conocer que la Federación se comunicó con Bryan Samir para que entrenara con la Sub-20 que viajó esta semana a Costa Rica para un doble amistoso, pero no se concretó.
Su padre comentó que los compañeros del sampedrano en Alajuelense le insisten en que se nacionalice como Tricolor, pero él les responde ‘Nombre, yo soy hondureño’. Sin embargo, la posibilidad está, y mientras el jugador no debute con la H, tiene la puerta abierta con los ticos.
