Cantos, bengalas, humo azul, gritos de motivación y sobre todo alegría ya que los fanáticos no podrán estar en el estadio debido al castigo que le impuso la Concacaf a los clubes hondureños al jugar a puerta cerrada.
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Los futbolistas salieron de sus habitaciones y recibieron a los hinchas que se dieron cita y algunos como Marcelo Santos tomó una de las grandes banderas que llevaron con el logo del ciclón y la flameó frente a los fanáticos.
Otros jugadores decidieron sacar sus celulares para retratar en sus redes sociales el momento de emoción al ver que no estarán solos en esta batalla frente al Alianza de El Salvador por un boleto a la final de la Liga Concacaf.
El Motagua ha sido duramente castigado. Los dos partidos anteriores que disputó; ante Managua FC y Watherhouse de Jamaica los disputó siempre en la capital industrial y sin afición; pero hoy no estuvieron solos y vivieron un bonito momento que los aficionados les regalaron en el Hilton Princes.
