Liga Nacional

Cristian Cálix, el cortador de café que se bajó al Olimpia

A los 13 años emigró de su natal Juticalpa para unirse a las reservas de Marathón.

2017-08-24

Fue animado por un amigo para trasladarse a San Pedro Sula y buscar sus sueños de futbolista. Y ahora, sin cumplir los 18 años, el volante Cristian Cálix es una promesa en el Monstruo.

En la gran final por la Súpercopa ante Motagua, Héctor Vargas sorprendió enviando al campo a un joven menudito. Rápido y buena capacidad técnica. Fue la primera aparición del joven olanchano, que también fue titular en el juego ante Platense por la Liga. Hoy ingresa por Mario Berríos y anota uno de los tres goles ante Olimpia.

La directiva y el entrenador de Marathón quieren proteger a su joyita. No le permiten entrevistas a los medios de comunicación y Vargas espera “que no lo agrandemos” en referencia a todo el entorno que tiene el novel futbolista.

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SU FAMILIA
Cálix nació en el seno de una numerosa familia olanchana. Es el menor de cinco hermanos. Cuenta su padre Cristóbal Cálix que sus cuatro varones eran buenos para jugar fútbol, pero que solo a su hijo menor le gustaba la física y la disciplina.

Por eso cuando eso cuando su hijo de tan solo 13 años se decidió a buscar suerte en San Pedro Sula, don Cristóbal no le puso trabas, pero le dio una sentencia: “Te voy a dar el apoyo sí sos un hombre honesto”, le dijo.
Y aquel cipote menudito se vino a las reservas verdolagas. Estuvo en las categorías U-12, U-14 y U-16.

PRIMERA DIVISIÓN
Ahora ha dado el salto a primera división. Su padre tiene confianza “que ya está entre los 20”.
Le ha aconsejado que se aleje de muchos enemigos que tienen los futbolistas jóvenes y con talento.

Como progenitor tiene confianza en su vástago.Tiene calidad y carácter asegura: “Ese tipo juega con coraje.

Así como es de chiquitín se le para al más viejo aunque lo deshaga y así ha sido desde chiquito”, sostiene don Cristóbal. “Tiene algo que tienen muy pocos jugadores: la cabeza para hacer la jugada”, elogia a su hijo, mientras destaca también la técnica y habilidad.

FAMILIA NUMEROSA
Los Cálix en Juticalpa son muchos, algunos tienen poder y otros como la familia de Cristian son gente humilde.

De hecho, su padre es un agricultor que se dedica al cultivo del café, al maíz, entre otros. Recuerda que hace unos años, antes de venir a San Pedro Sula, Cristian era un adelantado cortador de café, que superaba por mucho a adolescentes de igual edad: “Cortando café no había quién le aguantará”.

Además, en la agricultura tenía otras habilidades: “Para regar abono era bárbaro”, recuerda su papá.
Ahora busca, el olanchano busca hacerse un espacio en el proyecto de Héctor Vargas.