Doña Antonia Lara, la madre del fútbol en La Lima

Desde los 15 años, doña Antonia Lara Aparicio se enamoró del fútbol. Fue su padre Pedro Antonio quien cultivó su amor por este deporte. 'He jugado y saqué buenos jugadores', nos dice e inmediatamente menciona una lista de futbolistas en que la que incluye a Carlos Pavón Plummer.

Toña, como le dicen sus conocidos y amigos, describe con una visible emoción su vida. 'Me siento una mujer orgullosa de andar en el fútbol, lo llevo en la sangre y lo llevaré hasta que Dios me lleve'.

Cuenta que fue su progenitor quien le inculcó este gusto, aunque contradictoriamente no vivía en la misma casa. 'Siempre me vistió de varón, a donde él iba, ahí estaba yo, estuvo en la Selección de Honduras, nosotros éramos familia de la 'Coneja' Cardona', cuenta en clara alusión a su vena futbolera.

El primer equipo que formó lo nombró Cartaginés, después se llamó United Brands y luego vivo el Cruzeiro y otros más hasta que llegó Olimpia, el equipo de su corazón. También estuvo con el 'Estrellas de Lima' en el cual jugó Carlos Pavón. 'He tenido de 15 a 20 equipos', recuerda.

Ahora sus equipos se llama Parrillas One, recibe apoyo del dirigente Luis Girón, quien según nos contó Toña es su familiar cercano. 'Él me ayuda en todo'.

Nos cuenta cómo prepara a los niños con pequeñas lecciones. ' Lo que hago es que solo les hago que den una vueltecita en el campo, les enseñó a parar a balón, que paren con el pecho, los pongo a cabecear'.

Ahora con 67 años, y más de 50 años trabajando con el fútbol menor, en una labor que talvez ni siquiera ella tiene idea de sus dimensiones, se siente cansada. 'Uno ya se siente cansado. No me he sentido bien salud'. Trabaja como auxiliar de limpieza en la posta policial de La Lima y esto le demanda mucha energía.

Aunque tiene muchas carencias, la recompensa que esta dama futbolera busca no es el dinero y dice que el fútbo le ha dado, 'solo alegría, yo me siento feliz que digan este futbolista jugó con Toña'.

Confiesa que ella fácilmente dejaría de lado un suculento plato de comida por el fútbol, es que si no hay pelota, 'me siento como si hubiese pasado un terromoto y paso por el campo, digo nada de fútbol hay aquí'.

Siente que ha aportado mucho a La Lima, pero nadie ha reconocido su labor. 'Primero están mis hijos, después me siento la madre del fútbol, pero nunca me han hecho un homenaje, eso si me tiene resentida'.

52 años amando la pelota es muy poco, Toña no piensa retirarse, 'hasta que Dios me lleve, ahí voy a andar con bastón, pero a mis equipos no los dejo. Ya tengo listo 12 nietos para hacer la U-12'.