Liga Nacional
2011-01-27
La mayor parte de jugadores que salen de la cantera del Valle del Aguán son de calidad, de eso no hay duda. Eddie Hernández dice que este será el torneo en el que se consolidará en la delantera de Platense, en especial con sus goles de cabeza.
Viene de una familia unida, que siempre le exigió que primero hiciera la tarea antes de irse a jugar con su mejor amiga: la pelota. Pero no, al final se impuso su amor por el fútbol.
“Gracias al profesor Hermelindo Cantarero y al profesor Alberto Lalín, me escogieron y me hicieron la propuesta de venir al Platense por primera vez en 2006, cuando estaba el profesor Roque Alfaro, él me dijo que terminara el colegio y después volviera”, dice.
Eddie es un joven humilde, oriundo de Trujillo, Colón, y amante de los mariscos como todo costeño. Cuenta que una de las diversiones cuando está en casa es ver deportes y escuchar música punta.
“Mi mamá peleaba bastante conmigo porque no agarraba los cuadernos. Sólo llegaba del colegio a la cancha, soy el primero de la familia que juega al fútbol”, confiesa.
“Mi infancia fue bonita gracias a Dios, nunca le puse interés al estudio, mi mamá quería que fuera un profesional, pero le dije que lo mío era el fútbol y por eso estoy acá”, nos cuenta Eddie de 1.89 metros de estatura.
NO LO DERRIBARON
Pese a que en este momento su nombre suena en los medios por los tres goles en el Clausura, Eddie debutó en Liga Nacional de Honduras a los 16 años en un duelo ante Olimpia en Puerto Cortés en 2007.
“Desde pequeño he visto fútbol, le contaba a mi papá que quería jugar. Tenía amigos que me decían que estaba loco cuando les comentaba que jugaría en Liga Nacional, me decían que no iba a llegar, pero no les hice caso...”, expresa.
Eddie se ve al espejo y dice que le gustaría ser como el ya retirado artillero Carlos Pavón, por su olfato de gol, además, admira la velocidad de Carlo Costly, del Atlas mexicano.
“Me gustaría pedirle un consejo a Carlos Pavón: que me dijera cómo hacía para meter esas pelotas que le quedaban en el área, para tener esa convicción de marcar de cabeza”, comenta.
El espigado “Cañonero” del Platense nos habla de sus gustos: los chistes y... ¡las telenovelas!. “La novela que recuerdo más es ‘Pasión de Gavilanes’, esa la seguí bastante, al principio por mi mamá y mi hermana que no se la perdían, pero después yo era el que estaba pendiente a la hora del inicio”, se confiesa.
Además, el jugador nos revela que su vida ha sido dura: “Vivo en la sede del club, es difícil estar sin la familia, ellos vienen sólo para mis cumpleaños”, cuenta el “Cañonero” de Puerto Cortés, un fiel creyente de Dios y de sus goles.