El día que Roby Norales casi muere tras golpiza de su padre

En sus confesiones con El Loco de Limber, el delantero del Platense y de la Selección Nacional de Honduras, Roby Norales, no solo confesó lo que le tocó vivir en Teguucigalpa cuando fichó por Motagua y los excesos que vivió y que le llevaron a perder el piso, sino también reveló el momento más duro de su infancia.

Cuenta que por culpa de las borracheras de su padre, a quien ama y respeta, por poco y pierde la vida, de no ser por la intervención de su hermana, hoy no estaría contándolo.

EN FOTOS: LA EXFIGURA DEL OLIMPIA QUE VIVE ATRAPADO POR EL ALCOHOL Y SE RESIGNÓ A MORIR SOLO.

¿Era violento tu padre con vos, te agredió en su momento?
Cuando él bebía le daban ganas de pegarme, si le parecía que yo había hecho algo malo o me iba a jugar, me pegaba. Te diré que varias veces mi papá me pegó con un cable de electricidad, de esos que se conectan para obtener energía. La última vez que me agredió, creo que tenía 12 o 13 años y siempre fue con un cable. Me dejó muy golpeado, siempre lo tengo presente, no guardo ningún rencor hacia mi padre, solo que fue algo que no puedo olvidar, recuerdo que me castigó como que yo era un enemigo para él.

¿Pero qué motivo le diste?
Ese día me dejaron cuidando la pulpería y me fui a jugar, no había nadie en casa y cerré el negocio, el problema fue cuando regresé, mi papá me esperaba y andaba en estado de ebriedad, no le había gustado lo que hice. La emoción de uno por ir a jugar fútbol con los amigos me costó caro, fue muy duro conmigo.

¿Se pasó de la raya con vos?
Sí, se pasó de la línea, mi hermana agarró valor y se metió a controlarlo, creo que ella me salvó la vida, tenía la cabeza llena de chichotes, el cuerpo marcado, se pasó ese día conmigo.