Mucha felicidad ha ocasionado en el seno del Real España la clasificación a la Gran Final del torneo Clausura 2025, esto después de dejar en el camino al vigente campeón nacional, el Motagua.
Los aurinegros buscan la copa 13, misma que se les viene negando desde el año 2018 y ante eso, Elías Burbara reacciona y sabe que todavía no han conseguido nada más que pasar a una final. Pone los pies en la tierra y envió un mensaje a la afición.
"Contento con el juego que tuvimos, le ganamos a un buen rival, ahora no hay tiempo de celebrar, se nos vienen horas cortas y manos a la obra para organizar la gran final", comenzó diciéndole a DIEZ tras la final.
El presidente siempre le ha dado una valía importante a sus seguidores. "Nos debemos a la afición y nuestra tarea es que permanentemente estén gozando y dándoles alegría. Espero esta semana poderles dar esa alegría que tanto han añorado".
Sobre el partido de ida de la gran final que se jugará en medio de semana, el presidente del Real España reacciona. "Vamos a esperar que Olimpia ponga día y hora del juego de vuelta y a partir de ahí nosotros nos programamos para el partido de ida aquí en el estadio Morazán".
Un tema al que Elías Burbara, que busca su segunda copa de campeón como presidente, le restó importancia fue a los problemas económicos que hubo en la máquina hace unos meses.

"Lo de atrás ya no vale (deudas y polémicas) se nos vienen ocho días largos, toca ir organizando día a día para que todo esté alineado y que no haya ningún problema y esperando que esta semana podamos darle esa alegría a la afición".
Ante las polémicas declaraciones de Diego Vazquez, quien llamó "nefasto" el que hayan habilitado a Daniel Aparicio para este juego de vuelta de la semifinal cuando fue expulsado en la ida, dijo. "Esto no es de poder o no poder, hay antecedentes y hay claro un balón al abdomen, eso lo puede hacer cualquier equipo, la apelación y se la van a aceptar".
"El objetivo es uno y está claro, todavía no lo hemos conseguido y esperemos de aquí al domingo poderlo conseguir", cerró diciendo el jerarca aurinegro que se le escuchaba la voz lastimada producto de los gritos de júbilo al clasificar a la gran final.