Liga Nacional

'Gato” Pavón: 'El fútbol me dio un hogar”

Te presentamos la vida del ex futbolista, ahora jefe de una bodega.

2013-10-23

“Jugué 12 años en el Real España, fui tricampeón, ¿qué más puedo pedir?”. La frase da en el blanco exacto del retrato de este personaje que hoy les presentamos: Su nombre: Marco Antonio Pavón Molina, más conocido como “El Gato Pavón”.

Es el hombre que le dio el primer título a San Pedro Sula con aquel Real España que marcó una época al ganar el tricampeonato, un nombre y la dicha de haber anotado ese gol de la victoria en 1974 ante Motagua.

Ahora está más canoso, siempre delgado, ya son 60 años, pero la vida de este ex futbolista, retirado a los 30, aún deja en evidencia que el fútbol le legó una buena salud y que puede seguir pateando una pelota en la liga de veteranos.El famoso “Gato” tuvo una carrera corta.

“Fueron 12 años, me retiré a los 30, mi último equipo fue el Independiente, luego medité y no quise seguir jugando y me vine a trabajar a la empresa privada, ya llevo 30 años laborando en Distribuidora Industrial, pues aquí me abrieron las puertas cuando llevaba unos cuatro a cinco meses después que me había retirado”.

Esa experiencia le ha bastado para ser jefe. “Soy el encargado de despacho, superviso todo el producto que la empresa vende, es decir, todo lo relacionado con electricidad, desde una bomba de agua hasta un compresor de aire”.Jugar en la época del “Gato” era un desafío permanente, pero si hay algo que no reprocha es haber defendido los colores aurinegros.

“Al principio era triste para nosotros, fueron de cuatro a cinco años en condiciones no muy buenas, pero todo fue cambiando más adelante, ya ganábamos un poco más. En definitiva, no me arrepiento de haber jugado en Real España, me enorgullece, el fútbol me dio mucho, un hogar que aún lo mantengo y con estabilidad”.

Eso sí, admite que “nadie fue millonario en aquel tiempo, se ganaba para subsistir nada más, con el sueldito que tenía, nadie, claro hubo muchos que logramos conseguir algo, lo poco que ganamos lo fuimos ahorrando y lo invertimos en algo que hasta la vez estoy agradecido por haberme abierto los ojos y haber pensando en comprar mi casa”.

Es decir, Molina deja claro que “lo poco que gané lo supe aprovechar, tengo mi techo seguro, compré mi casa antes de retirarme del fútbol gracias a un directivo del Real España que me ayudó a comprármela, hablo de don Carlos Chahín, que Dios lo tenga en su gloria”.En medio de ese laberinto por salir adelante y no desmayar, Pavón Molina asegura que prefirió seguir luchando en el país antes de abandonarlo. “Nunca quise irme a Estados Unidos, porque sí había oportunidades, pero no, me quedé en mi país”.

Pese a esas dificultades y haciendo referencia a su vida privada, “en el fútbol no pasé muchas penurias porque llevé una vida metódica, tranquila, no bebo, nunca trasnoché, entonces, eso me ayudó a estar bien hasta hoy”.Puede asegurar que vive en paz. “Lo que me dejó el fútbol creo que se lo pagué con lo que yo di, la gente que me apoyó, estamos en paz, ni Real España me debe ni yo les quedé debiendo”.

Reconoce que “en mis tiempos era difícil ahorrar, era imposible hacerlo ganando 300 lempiras, aunque en aquellos tiempos era un dineral, pero recuerdo que yo vivía en la sede y me quedaba libre el dinero. Claro, ahorré un poquito, pero no para decir que salí millonario, lo hice para no pasar problemas en mi vida, en mi vejez”.

Eso sí, admite que haber pensado en ahorrar desde antes le ha permitido disfrutar de algunos placeres. “Hasta donde Dios me preste vida, mis gustos no los voy a dejar, tengo mi hogar, mis hijos, claro no soy millonario, me hubiese gustado vivir mucho mejor, tener esas comodidades de hoy, pero Dios me dio lo necesario para estar viviendo”.es el tío de costly

ES EL TÍO DE COSTLY

Por si acaso no estaban enterados, Marco Antonio Pavón Molina es tío de Carlo Costly, uno de los referentes de la Selección Nacional. Él nos cuenta esa historia de cómo su sobrino llegó a su casa, desde México, para jugar en Honduras, su tierra.

“La situación de Carlo es única en el mundo, lo puedo decir así, porque él desde su niñez sufrió, como sufren los niños cuando un hogar se desintegra, entonces, por fortuna estábamos nosotros allí para apoyarle. Su mamá, que es mi hermana, hizo un esfuerzo, se fue a México, luego se casó con un doctor y se llevó a sus hijos”.

Después de ocho años de residir en México, Carlo Costly decidió venir a probar suerte en el fútbol nacional. “Yo ni me imaginaba que él jugaba fútbol porque se fue pequeño. Un día me llamó diciéndome que quería venir a Honduras, yo le dije que es difícil, pero él se vino, cuando menos acuerdo, él estaba donde mi mamá y me llamó para que le ayudara a buscar equipo”. Molina lo llevó al Real España.

“Casi no me gusta contar estas cosas porque se puede pensar mal, pero lo llevé, estaba el “Tato” Ortiz y Carlos Caballero de entrenadores. Les hablé que era mi sobrino y el hijo de Allan Costly. Cuando lo vi entrenar, yo dije: este tiene condiciones y me emocioné más que Costly”.Pero después de varios días de prueba, Carlo no logró quedarse.

“Se fue a México, pero me dijo que volvería. Cuando regresó, él ya no fue al Real España y prefirió Puerto Cortés y gracias a Dios, la suerte allí lo estaba esperando, porque desde el primer entrenamiento que tuvo, el técnico Roque Alfaro autorizó que lo ficharan”.