Su teléfono Blackberry no paraba de sonar durante la entrevista, en solo los 21 minutos en los que estuvo sentado mano a mano con DIEZ, le cayeron 17 llamadas, miré una de ellas y era del extranjero.
Ese fue el día postítulo de Héctor Castellón, el hombre más famoso en el país por hacer campeón al Honduras Progreso y detalle a detalle nos cuenta cómo formó el equipo que le arrebató a Motagua la soñada 14.
¿Quedó demostrado que a veces no hay que jugar bonito, sino que ser efectivo y ganar una final? Los campeonatos se ganan, no se juegan bien, nosotros no hicimos nuestro mejor encuentro, podría decir que es el peor partido que jugamos. Me equivoqué en el planteamiento, no fue nuestro mejor duelo. El campeonato lo ganamos en Tegucigalpa por las circunstancias del juego, porque fuimos capaces de resolver situaciones y eso nos hizo hacerle un partido a Motagua que sabía que iba a venir hecho una fiera y el equipo supo salir adelante.
¿Qué es lo que más ha pensado en estas horas después del título? En una sopa de pescado que me quiero ir a tomar a Muchilena (pueblo de donde es originario), ja, ja, ja. He recibido muchas llamadas, pero soy aterrizado, me da gusto por los jugadores, por Elías Nazar y su junta directiva, porque hemos tenido un torneo redondo.
¿Cuántas llamadas ha recibido? Muchísimas y me alegra y son varias partes del mundo que me han llamado, de Guatemala, Costa Rica, España, México y de Honduras igual.
¿En qué momento de los 120 minutos y los penales, pensó que su equipo estaba para ser campeón? Cuando vi que jugando mal, Motagua no podía con nosotros. No hicimos un buen partido y el rival no fue capaz de ganarlo. Si nosotros jugamos al nivel que lo hacemos, barremos a Motagua, pero jugando mal, no pudieron. No fuimos el mejor Honduras, conste.
¿Qué fue lo primero que pensó cuando Acevedo lanzó el penal? Me quedé sentado viendo a los muchachos celebrar, ver a Acevedo que jugó todos los partidos y le dedicó el gol a su hijo que lo iban a operar del codo y ver esos momentos. Pensé en todos los entrenamientos y cómo se programó todo en ese sentido.
¿Me imagino que sintió largo ese tramo que recorrió Acevedo para tirar ese cuarto penal definitivo? Fui a saludar al profesor Diego Vázquez, creo que ha hecho un gran torneo y fueron los que más nos compitieron cuando debía de ser al revés, nosotros a ellos y eso me da mucho gusto por la envergadura de nuestro equipo. Fue el rival más bravo que tuvimos. En El Progreso los vapuleamos, pero allá nos ganaron, en la final allá les dimos un toque y ellos igual aquí, pero lo que resalto es que en nuestra peor versión de nosotros, Motagua no fue capaz de ganarnos y ahí les ganamos el campeonato.
¿Se siente más sabor ganarle la final con un equipo chico a un tiburón como Motagua? Sí, me gusta ganarle a los grandes, es más, los partidos que más disfruto es cuando juego contra ellos, los que me hacen lío son los chiquitos como nosotros porque jugamos a no perder.
¿Qué sabor tiene esta copa? ¿Qué sabor tiene? Buen sabor porque es la que se juega en Navidad y me la tomo como el regalo que le puedo dar a la gente de El Progreso.
¿Qué mérito tiene usted en esto? La afición es la culpable de que este equipo esté donde esté, porque nos apoyaron en todos los partidos, estuvieron empujando, la mayoría de jugadores son progreseños y hay una comunión especial, creo que el único foráneo soy yo, pero me han recibido muy bien.
¿Qué hará con la medalla? Se la llevo a mi hija, allá tiene una de plata que le regalé cuando fui subcampeón con Real Sociedad, pero ahora le llevo la de oro. Ella las cuelga en un lugar especial que tiene.
¿Qué les dijo a los jugadores cuando el Motagua los tenía sometido? Les indiqué que había que recomponer, lo hice desde el minuto 15 del primer tiempo hasta empatar. Por eso le dije que esa fue nuestra peor versión y eso es un indicador que no fuimos tan malos.
¿Wilmer Cruz tiene parte del mérito en la obtención de este título? El profe Cruz tiene un gran mérito porque él formó este equipo, él lo subió a primera y todo el mérito que le corresponde se lo doy. Yo no soy el Mesías de todo esto, todos suman y él fue muy importante en el equipo y los jugadores lo quieren mucho.
¿Cuál es su mérito entonces? No sé... Quizás el de venir a concluir este título que construyó el profesor Cruz con suceso.
¿Hizo alguna promesa? No hago promesas, lo único que prometo yo es trabajo y con mi labor ir consiguiendo objetivos, eso de andar prometiendo no va conmigo, mejor entregarme.
Foto: Diez
¿Es su graduación como técnico? No hombre, este solo es un pasito, yo quiero ser campeón en España, me encantaría (risas). Es un paso porque quiero dirigir a la Selección y llevarla a una Copa del Mundo, quiero tener un buen suceso en un Mundial, creo que tengo los conocimientos para eso. Recibí una llamada del profesor Luis Fernando Suárez, platicamos mucho y me dio mucho gusto que me dijera: ‘Ya verá que pronto dirigirá la Bicolor’, y eso me da mucha alegría.
¿Por qué a los técnicos catrachos desde Primi no se les da oportunidad en la Selección Nacional mayor? No sé, con tantas cosas que han pasado en la Fenafuth, creo que están llegando buenos tiempos, me da mucha pena lo que les ha pasado a los directivos, pero están soplando nuevos aires y esperamos que sean decisivos para el fútbol catracho.
¿Se ha puesto a pensar por qué le ha ido bien en Real Sociedad y Honduras, dos equipos chicos y no en Marathón, que es llamado grande? Yo creo que era demasiado chico Marathón y por eso no pude (risas). No, son cosas de la vida, no tuve la capacidad para sacar a flote al Monstruo, fui incapaz de manejar situaciones que se daban en ese equipo y que al final no pude, pero Marathón es una institución seria, fuerte y fue una escuela para mí, muy importante.
¿Qué sigue en este Honduras, para dónde apuntará ahora? Creo que el equipo tiene unos muchachos jóvenes que están listos para jugar, tenemos buenos jugadores y seguramente van a salir algunos del equipo que quieren ir a aprovechar el momento y en ese sentido habrá oportunidad de desarrollar nuevos valores, seguir esa mística de generar futbolistas nuevos.
¿Por lo que dice, podrían venir pocos jugadores? Si se van futbolistas, buscaremos un par quizás, pero tengo unos chavos como Jonathan González, que hay que darle la oportunidad, Jhonny Gómez, un defensa central que se llama Luis García, que ya está listo, y otros chicos de las reservas de 17 años que tienen para ser la sensación del fútbol de Honduras. Volviendo al tema de Marathón, yo les dejé una base de jugadores que hoy fueron campeones como Darvis Argueta, Cunningham, que los subí al primer equipo.
¿Se va a quedar dirigiendo al Honduras en la Champions de Concacaf? Bueno, ese torneo inicia en agosto y mi contrato termina en mayo de 2016 y soy muy respetuoso en ese aspecto, pero ya platicaré con Elías Nazar sobre qué proyecto tiene y es bonito dirigir la Champions de Concacaf, es motivante y me encantaría dirigir contra el América de México aquí en el Micheletti y darle un baile al brother Nacho Ambriz, que fue mi alumno en México, pero falta mucho para eso.
¿Mariano Acevedo se va para Real España como se ha especulado? Este es el momento en que el Chaco Acevedo merece ir a ese equipo (Real España), porque me jugó todos los partidos y no le pondría trabas para que se vaya a ese club.
Fue su hombre clave Acevedo... Fue uno de mis bastiones, siempre estuvo ahí, al igual que Jorge Zaldívar, ángel Tejeda, que fueron mi columna vertebral, pero Acevedo fue un hombre clave para nosotros.
Foto: Diez
¿Qué lección le dejaron a usted este grupo de jugadores que dirige? Aprendí mucho con ellos, la amistad, la lealtad entre profe y jugadores que fue extraordinaria, eso ha sido una motivación importante para el club.
¿Ha llorado de la emoción? Soy muy chillón, pero con este título no he chillado, me he reído, ando tranquilo (risas), pero sí soy bastante chillón, no he soltado lágrimas.
¿Cómo es el camerino del Honduras? El grupo que tengo es extraordinario, teniendo al Ñangui y todos esos chaparros, son unos demonios. ¿Teniendo esos diablos qué puede pasar mal? (Risas). Me llevo muy bien con ellos, estoy feliz, contento porque ellos están felices, Franklin Morales fue papá casi al mismo tiempo que levantó el título y hay muchos detalles que me quedo con ellos, pero disfruto.
Miro que es muy folclórico el Honduras Progreso... Fíjate que sí, los equipos donde voy me gustan que sean folclóricos, aquel Real Sociedad que dirigía era así, porque cada diablo que tenía ahí era tremendo, y ahora pasa igual en el Honduras. Eso es clave para encontrar el éxito, porque primero tengo que convencer a los jugadores de que la felicidad es una búsqueda diaria; segundo, que el éxito no te llega nunca porque estás en esa búsqueda, y tercero es tener un grupo fuerte que sea impenetrable en muchas situaciones. Esas cosas me gustan para llegar con un equipo arriba, porque a veces cuando hay bastantes egos los grupos no disfrutan y no dan lo que pedís.
¿Usted ha disfrutado cada minuto? Con todos esos demonios cómo no se va a disfrutar (risas). “Ñangui” Cardona me puso un mortero que casi me desnuca, pasan muchas cosas en este equipo y por eso me da gusto que sean campeones, son muchas situaciones divertidas y cuando hacemos las cosas así y somos honestos en lo que realizamos, lógicamente encontrarás el camino del éxito.
¿Cómo es su disciplina? Yo con tal que mis jugadores me cumplan no hay problema, no me importa que se pongan aretes por todos lados, con tal en el campo se la rajen, no tengo problemas.
LO DIJO EL DT CAMPEÓN: 'No puedo dejar de reconocer el trabajo que hicieron Luis Cabrera, el preparador físico, y de Juan Pablo Centeno, que son mis brazos en este proyecto y han tenido mucho que ver en la obtención de este campeonato del Honduras”.
'El jugador es el reflejo de su líder y lo que demostró el Honduras Progreso es lo que yo le inculqué a los jugadores en su momento”.
'Cuando tuve que regañar a los jugadores, lo hice y se me sale el liderazgo, pero cuando me tengo que reír lo hago, sé cuando tengo que hacerlo y así son mis direcciones con los jugadores. Siempre se me sale el Muchilena”.
'Me gusta que los jugadores tengan lealtad, con eso, después pongo mis patrones de fútbol, ofensivo y defensivo, con eso hago mi trabajo, pero nunca traicionar al patrón'.