Jorge Zaldívar: 'A los 19 años ya no dependía de mis padres'

Este año sigue estando lleno de retos, sí, retos en todos los sentidos. El 2015 se fue volando y este 2016 quizá sea igual, así que hay que ponerse las pilas.

Y es que hago referencia a esa última frase para hablar del personaje de esta semana, quien aceptó el reto y no se achicó. Me refiero a Jorge Zaldívar, el “capi” del campeón, que comenzó con pie derecho la defensa de su corona el fin de semana anterior ante Marathón, ellos ya se han puesto las pilas y van en busca del bicampeonato, algo que se lee difícil pero no imposible. Y es que para este equipo no hay un límite.

Ya son 11 años como futbolista profesional, ¿cuántas medallas tiene colgadas?
Tengo de cinco a seis medallas guindadas ya, es la segunda de finalista, la primera fue en 2007 con Real España, tengo las dos de subcampeón cuando perdimos la final contra Marathón y la otra ante Olimpia, guardo la medalla de ascenso cuando quedamos campeones y ahora tengo la de campeón con el Honduras, esta es la que más he disfrutado, jugué 21 partidos de 22, me esforcé muchísimo, incluso los dos partidos de final jugué lesionado pero todo ha valido la pena.

¿Después del título de campeón en qué ha cambiado su vida?
Desde que llegué al equipo me trataron muy bien y la vida me ha cambiado, ahora soy más responsable, he cumplido sueños, me he propuesto metas las cuales comencé a lograr el año anterior y espero seguir cumpliéndolas en este, ahora me siento orgulloso del trabajo que realizo, satisfecho por todo lo que he hecho.

Leí como 20 entrevista suyas, en ninguna hablaba de su historia de vida, ¿por qué?
Quizás porque mi vida no ha sido muy ostentosa, vengo de una familia muy humilde y sencilla, gracias a Dios nunca nos ha faltado nada, mis padres aún los tengo con vida. Cuando cumplí 18 años yo iba a trabajar en un banco que una vecina me conseguió, pero recuerdo que un día me dijeron que me fuera a probar al Real España y gracias a Dios en poco tiempo pude convencer, incluso fui capitán de las reservas y a los cuatro meses ya estaba debutando en Primera División gracias al profesor Romero. A los 19 años ya no dependía de mis padres, al contrario, les ayudaba a ellos.

¿Háblenos de su infancia?
Fue muy bonita, siempre me gustó jugar fútbol, tengo dos hermanos, uno de ellos no pudo llegar a Liga Nacional porque padecía de asma, hoy por hoy toda mi familia se siente muy orgullosa de mí y yo de ellos.

¿Le han dicho que tiene cara de chico malo?
Sí, dentro y fuera del terreno de juego, pero no es así. A veces me gritan: ´Uff, qué cara de malo tenés´. Gracias a Dios soy una persona carismática, de muchos amigos y platicador, quizá soy un poco serio, no me gustan las bromas, algunas las puedo tolerar pero cuando ya se pasan no me parece. Me gusta respetar para que me respeten.

¿El apodo de espumilla de dónde salió?
No recuerdo bien quién fue, pero cuando tenía 11 años andaba con mi hermano Roberto Zaldívar, quien fue mi inspiración desde pequeño, entonces iba a jugar con él burocráticamente, sus amigos me metían a jugar con los grandes siendo yo súper delgado, pues resulta que un día estábamos jugando en el campo “Los Limones” ahí en los campos bananeros de La Lima y habían un gran zanjo alrededor del campo, entonces yo llevaba la pelota y alguien me tiro cuerpo y salí volando al zanjo y todos comenzaron a decirle a mi hermano que yo parecía de esas espumillas que solo se tocaban y se desboronaban, así fue como comenzó ese apodo.

¿Un futbolista de muchos looks?
Sí, comencé el torneo anterior con nuevas expectativas, en lo personal me tracé ser diferente, entonces comencé hacer peinados distintos e incluso a ponerme un poco de color en el cabello. Es que fueron tantas cosas buenas que me pasaron que me inspiraron hacer cosas nuevas. Quizás eso me dio un poco de buena suerte, este torneo seguiremos con los looks distintos y novedosos.

¿Cuánto le cobran por cada look?
Tengo la ventaja de que el barbero es amigo mío, por eso quizás no me sale tan caro, José es muy creativo, me hace lo que le pido y yo le he reconocido.

¿Aun sigue esperando el llamado a la Selección Nacional?
No hay que perder la fe y esperanza, siempre mi mentalidad será que Dios tiene algo mejor para mí, si no llega esa oportunidad, él sabrá porqué es.

¿No hay “campeonitis” en el equipo?
Me tocó vivir el partido ante Marathón desde las graderías, ahí estuve alentando a mis compañeros, la verdad que jugamos a la altura, enfocados y mentalizados que es un nuevo torneo, aunque entramos dormidos el primer tiempo, ya el segundo demostramos de qué estamos hechos.

¿Dónde se visualiza después de este torneo?
Siempre le he pedido una oportunidad buena a Dios, si es fuera del país y buena para mi familia economicamente hablando, será bienvenida, pero por ahora estoy enfocado con el equipo.

MÁS DE JORGE ZALDÍVAR

-El plato favorito de Zaldívar es el pescado frito con tajadas bien tostadas, lechuga y rice and beans.

-El contrato con el Honduras Progreso se le vence en mayo de este 2016, hay opción de renovar con el equipo.