Es un tipo todoterreno que le gusta experimentar cosas distintas y junto a su esposa han realizado actividades extremas, la adrenalina corre por sus venas, pero el fútbol es su pasión.
Por ser todo un aventurero teníamos varios retos extremos en mente, pero la lluvia nos jugó una mala pasada, así que tuvimos que cambiar rápidamente de planes y la pesca tradicional era de las pocas actividades que aún no había realizado el zaguero, así que con mal tiempo y todo nos fuimos a pescar a Villa Zapatas en La Ceiba.
Nos tomamos un par de minutos para conocer cómo fueron sus inicios...
¿Proviene de una familia futbolera?
Sí, mi papá es muy futbolero, según me dicen, porque nunca pude verlo jugar, era un buen lateral izquierdo, perdió la oportunidad de hacer una prueba en Rosario Central, pero era otra época donde el fútbol se vivía demasiado distinto y su papá (el abuelo), no le permitió ir a realizar esa prueba, entonces creo que le quedó esa espina a mi padre y por eso me inculcó los valores del balompié y sobre todo esas ganas de jugar profesionalmente.
¿Cómo comenzó en esto del fútbol?
Fue gracias a mi hermano, quien empezó a jugar en las divisiones menores de un club, entonces mi papá me preguntó que si quería ir a las prácticas y yo le dije que sí, comenzamos los dos el mismo día, pero mi hermano solo duró una semana en los entrenamientos, pero yo continué, mi padre me llevaba todos los días a las prácticas, gracias a él soy futbolista.
¿En qué momento decide esta profesión?
Fue cuando me tocó moverme a Buenos Aires por el fútbol, me despegué de mi familia a los 15 años, me fui a un lugar totalmente distinto a donde me había criado, todavía recuerdo las palabras que me dijo mi papá antes de subirme al bus, que era mi oportunidad y tenía que aprovechar, así que desde ese día me propuse en lograrlo y darle la satisfacción a él, ahora que me ve por televisión se siente orgulloso.
Ya instalado en Buenos Aires, ¿cómo fue el proceso de formación?
Al inicio fue todo muy duro, llegué a una ciudad poblada, viví en lugares que no eran cómodos, tengo miles de anécdotas de lo que me pasó, de vivir en sectores muy feos a otros no tanto, pero la convicción y esas ganas que tenía de cumplir mi sueño me hicieron superar esos desafíos, después de seis años de divisiones menores, logré integrar un plantel profesional.
Sí, es muy complicado, hay mucha competencia, demasiados futbolistas y pocos lugares, hay muchísimos jugadores que se quedan constantemente fuera de competencia, por eso hay bastantes argentinos por todo el mundo, tenemos que buscar la oportunidad de mostrarnos en otro lado.
¿Cómo fue su llegada a Honduras?
Fue por un intermediario con el que trabajo ahora, es Iván Serna, él me propuso venir a jugar a Honduras, no dudé en aceptarla, sabía que me iría bien. Antes de venir hablé con un excompañero que estuvo en Marathón, él me dijo que aprovechara, que era un fútbol donde se podría hacer algo, entonces me vine con la valija llena de sueños, ahora no me arrepiento.
¿Qué diferencia a lo vivido en Argentina encontró acá?
Al principio fue más un choque cultural, no por la cultura del país como tal, sino por la cultura del futbolista hondureño, quien vive el fútbol de distinta manera que un jugador en Argentina, al final logré adaptarme, creo que esa es la clave para uno de extranjero, uno se debe adaptar y no los locales a uno.
¿Cómo extranjero, siente que ha crecido futbolísticamente aquí?
Creo que sí, desde que llegué a este país he pensado que hay mucha virtud, pero todavía falta aprendizaje, creo que eso pasa porque no hay divisiones menores o si las hay es en pocos lugares, entonces los jugadores llegan a una edad a primera división donde tienen que empezar a aprender y recién a los 24 o 25 años es un futbolista maduro. En otros países eso no pasa, a los 20 años ya eres un jugador maduro que ha aprendido todo y estás listo para participar.
¿Lo de aventurero de dónde nace?
Creo que es un poco de herencia y curiosidad, no diré que hay cosas que no me asustan, claro que me asustan, pero las hago igual, siempre que tengo la posibilidad de realizar algo que no he hecho y me llama la atención, trato de hacerlo, porque me divierte, a mi familia también le gusta. Por ejemplo esto de pilotear lo hizo también mi hijo, son situaciones que a uno le quedan de experiencia. Después tengo cosas también que he heredado, la guitarra es porque mi papá y mi hermano tocan, mi hermano es fanático de las motos de competición, así que en su momento me compré una para saber qué se sentía.
¿Tiene alguna lista de cosas extremas que le hacen falta por hacer?
Sí la tengo, una de esas actividades pendientes por realizar es tirarme de un avión, es algo en que insiste mi mujer que hagamos eso del paracaidismo, me da un poco de temor y vértigo, pero lo debo hacer para sacarme el miedo.
¿Es de cábalas?
Yo creía que no, pero Ricardo Canales me ha sacado a luz todas las cábalas. Tengo dos, una de ella es un crucifijo donde me encomiendo a Dios para que me proteja, nunca le he pedido por un resultado, solo que me saque con bien del campo; la otra es que me persigno dentro del terreno de juego, una vez por cada uno de mis familiares, en este momento son tres, mi esposa e hijo, entonces me persigno tres veces.
El apodo “El señor de los cielos”, ¿de dónde salió?
Ni idea, cuando lo vi me sorprendí que me apodaban así, quizás haya venido por un reportaje que mi hicieron cuando estuve piloteando un avión. En Argentina me apodaban el “Chori” Domínguez, por Alejando Domínguez, ese gran jugador de River.
PUNTOS CLAVES:
Una anécdota:
En Argentina les llaman pensiones a los lugares donde viven los jugadores que aún no debutan, el dueño de la pensión donde vivíamos era poco agradable, nos servía poca comida y fea, todas las que podía hacérnosla nos la hacía, un día con todos los muchachos que vivíamos en la pensión dijimos que teníamos que hacer algo, entonces él había dejado su auto sin freno de mano, nosotros por hacerle la maldad se lo empujamos y como la calle era en bajada el auto se fue, el dueño de la pensión salió muy molesto que nos quería matar.
En sus tiempos libres:
Trato de disfrutar de la familia, eso es lo que me llena. Me gusta también el cine, pasar con mis amistades, comer asados, tocar guitarra.
Tengo mucho por delante, de eso vive la gente, de sueños. Pero a corto plazo me gustaría salir campeón en Honduras, es un gran sueño y que no lo veo muy lejano.
ÍNTIMO CON LEO:
SU PLATO:
Favorito es el asado argentino, el cual acompaña con papas fritas y una ensalada.
CONTRATO:
Tiene contrato este torneo con el conjunto Vida de La Ceiba.
80 Partidos ha disputado en primera división en cinco torneos. 56 duelos con el Victoria y 24 con el Vida.
2 Tarjetas rojas ha visto en 80 partidos jugados. Ha anotado tres goles, ambos cuando era integrante del Victoria.