El grupo llegó a las 6:30 de la mañana a la cancha sede, pero nadie se uniformó ni saltó a la cancha, se reunieron bajo un árbol esperando al presidente ejecutivo Fernando Midence o a otro directivo para que les explicara el motivo del atraso salarial, pero nadie se hizo presente.
'Es difícil la situación porque esto es trabajo y dependemos de nusestro salario, no es justo lo que está pasando, al final todo esto está afectando al grupo, no todos los jugadores sabemos conllevar esto, hay compañeros que no tienen qué comer ni dinero para pagar pasaje para llegar a entrenar', explicó el volante Miguel Castillo.
'Esto daña mucho al equipo, daña la imágen de la institución y de los directivos que están acá que supuestamente quieren al equipo. Al final las decisiones se toman esperando una respuesta de alguien. Nos deben tres meses de salario y al cuerpo de utilería cuatro', reiteró.
El habilidoso mediocampista habló a nombre de sus compañeros. 'Asumimos la responsabilidad como jugadores grandes, no le vamos a echar la culpa a los jóvenes, por eso hemos tomado la decisión de no entrenar, ayer nos paramos y hoy seguimos. Si la directiva quiere responsabilizar a alguien que lo hagan conmigo, asumo la responsabilidad del paro. Llagamos a entrenar sin desayunar, sin dinero y sin pasaje'.