Liga Nacional

La hermana del goleador Rubilio Castillo se gana la vida en un taxi

Lidia comienza desde las 5 de la mañana a ganarse la comida para sus hijas y lo hace con la camisa de Rubilio

2016-12-14

Lidia Francisca Castillo es una mujer luchadora que se tuvo que enfrentar a la cruda realidad de tomar la vida fácil o trabajar dignamente para salir adelante con sus dos hijas.

Sin muchas opciones, pero con la visión de un mejor futuro, agarró el timón y comenzó a desempeñarse como taxista. Lidia es la hermana mayor del delantero de Motagua y la selección Nacional, Rubilio Castillo.

Nos confiesa que a raíz de la pérdida de su trabajo en una empresa privada, quedó con una depresión muy fuerte, cuando salió a buscar empleo no encontró y por ello tuvo la idea de comprar un carro con sus prestaciones para salir a trabajar como taxista.

“Tengo algunos meses de trabajar como taxista, mi pareja me abandonó con mis hijas, buscaba un buen motorista pero no encontré y decidí trabajar en el taxi que todavía estoy pagando. Mis hijas dependen de lo que gano, trabajo casi las 24 horas del día, me levanto a las 5:00 de la mañana y me acuesto a las 12:00 de la noche”, nos relata.

Lidia revisa el aceite de su taxi antes de salir a ruletear por las calles de La Ceiba.

Su experiencia en el volante no ha sido fácil porque muchos de sus compañeros de trabajo la han hecho sufrir a raíz de sus ideologías machistas, sin embargo ha superado todos esos ataques. Señala que cada cosa que le hacen es una razón para volverse más fuerte. Cada día se llena de fortaleza y seguridad para seguir luchando.

“Hay hombres en este gremio que son groseros, me dicen tonteras, me insultan pero no le hago caso, al principio me hacían llorar porque decían que este trabajo es para hombres y no para mujeres pero no les hago caso porque tengo derecho a ganarme la vida honradamente”, expresó.

Y agregó. “Cuando el día está bien se hacen hasta 600 lempiras, pero generalmente llego a la casa con 200 lempiras que sirven de algo para la casa, me toca pagar todo, soy una mujer luchadora. En La Ceiba sólo hay tres mujeres taxistas y eso me hace sentir orgullosa porque formo parte de ellas”.

La hermana del delantero de Motagua se divierte mientras trabaja en su taxi.

Castillo de 30 años de edad indica que con el sacrificio de ser madre soltera al volante, sus hijas afortunadamente se encuentran estudiando y eso la llena de orgullo. “Trabajo en la calle pero tengo clientes que me llaman para viajes específicos, es difícil pero una como mujer también puede ejercer este trabajo, levanto maletas, ayudo a los pasajeros para que vayan cómodos y seguros”.

MIRA A RUBILIO CAMPEÓN

Sobre la participación de su hermano Rubilio en las filas de Motagua afirma que está pasando por buen momento futbolístico y espera verlo levantando la copa de campeón el próximo domingo en Puerto Cortés ante Platense, tomando en consideración que en el juego de ida ganaron 1-0 con anotación del argentino Santiago Vergara.

”Mi hermano Rubilio me aconseja mucho, me dice que tenga cuidado y que no me meta a lugares peligrosos, que llegue temprano a la casa, siempre estamos en comunicación. El domingo estuvimos reunidos en la casa de nuestra madre viendo el partido contra Platense, esperamos que Motagua salga campeón y que Rubilio pueda anotar en Puerto Cortés”.