El ahora asistente técnico no olvida jamás sus inicios como árbitro, pero ahora se entrega de corazón para ayudar al equipo de sus amores.
Su familia lo apoya totalmente y espera con ansias que ruede el balón en el torneo Clausura para estar en el banquillo con un tablero en la mano.
Bien temprano estaba despierto, fue de los primeros en llegar al estadio Excélsior de Puerto Cortés y trasladarse con el plantel para el entrenamiento de las 8:30 de la mañana en la cancha del instituto Franklin D. Roosevelt, bajo lluvia y frío, tomó su chumpa, llevó el tablero más el cronómetro y el silbante.
Charló con sus jugadores y la práctica comenzó, con su mirada atenta, como cuando era hyez, no dejó escapar ningún detalle, estaba feliz. En 2008 se retiró, ayer retornó.
El técnico Guillermo 'Memo' Bernárdez le pidió dirigir el colectivo y brincó con una enorme sonrisa, fueron 15 minutos, pero ese tiempo será eterno en su memoria.
A las 10:00 am el entreno finalizó. Carranza, de 45 años de edad, salió enlodado, se pulió en su primera práctica.
LE TEMBLARON LAS PIERNAS
El latido de su corazón palpitó a mil por hora en su primer entreno. En su negocio, a una cuadra del estadio Excélsior, se sentó para contarnos su experiencia:
“Las piernas me temblaban desde que me presentaron. Estábamos en una cancha lodosa y con lluvia, ese fue mi primer día. Así como le metí ganas en el arbitraje, lo haré en el fútbol”, contó Marcio.
“Este momento siempre lo quise cumplir desde que me retiré del arbitraje. Lo primero que se me cruzó por la mente fue estar en el banco con el equipo de mis amores”, agregó.
Su trayectoria como encargado de impartir justicia no será en vano: “Cuando era árbitro miraba al banquillo porque hay que tener un control, ahora estaré del otro lado, los 25 años ligado al fútbol me dejaron una experiencia”.
¿Cómo se sintió?, se le consultó: “Sentí que los muchachos me han aceptado. Dirigí mis primeros 15 minutos del colectivo y estoy seguro que les ayudaré. Vengo para hacer un trabajo específico. Quiero que Platense sea más profesional, que tengan otra imagen en el torneo”.
NI MOURINHO NI GUARDIOLA
Las lágrimas salen al momento de hablar de cómo recibió la afición su nombramiento: “Las críticas no me molestan, me golpean. Que la afición no piense que armaré el cuadro titular, seré el asistente. Les digo que me dejen trabajar, se me entrecorta la voz porque me duele'.
'Talvez no soy un Mourinho o un Guardiola, pero tengo conocimientos de fútbol y muy buenos. En redes sociales vi que algunos pusieron ‘que los directivos de Platense están locos’ por mi nombramiento, voy a tratar de ser fuerte. No seré gran entrenador pero mi corazón será para este equipo”, afirma.
Pitó con el corazón: “La primera falta que pité en el colectivo parecía como que estaba dirigiendo un partido de Liga, lo soné fuerte, todavía está ese sentimiento. Memo me dijo ‘tranquilo’ y me cayó el veinte. El gusanito ahí está”.
Sobre la profesión que desempeñó anteriormente, también dará consejo a los pupilos del Tiburón:
“Enseñaré que con el árbitro no hay que meterse, a mí entre más me reclamaban más lo apliqué. Son seres humanos, se les tiene que respetar”.
Dejó claro que no lo mirarán reclamando fuerte a los árbitros en los partidos y que no se siente raro que los jugadores lo llamen “profe”.