Motagua se coronó campeón de la Liga Nacional de Honduras después de deshacerse del Real España en la serie de final del Clausura-2022. Los azules obtuvieron su copa 18 sudando sangre con un global de 3-2.
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Pero atrás de toda la celebración aguilucha hay una historia de tristeza, desilución y malos récords. Nadie apostó por un equipo que en el torneo encadenó cinco derrotas al hilo y que tuvo tres técnicos en su puesto.
Tampoco apostaban por un Motagua que había roto un proceso en pleno torneo de ocho años y medio con Diego Vázquez, el técnico más ganador en la historia del elenco capitalino.
Una derrota que cesó a Diego
El detonante del cambio radical en este equipo se dio tras la ruptura de la afición con el entrenador y cuando cayó apabullado 5-0 ante el Seattle Sounders por la Champions de Concacaf.
Eduardo Atala cambió de timón y puso en el puesto a un ídolo motagüense de la década de los 90’s como César ‘Nene’ Obando, quien venía dirigiendo a las reservas especiales. Y es que a decir verdad la salida de Diego no se basó en resultados deportivos, sino que en la presión de la afición por la humillada en el torneo internacional con el equipo que a la postre se coronó campeón.
Un cambio de timón arriesgado
Diego Vázquez, ahora al mando de la Selección de Honduras, dejó al club en tercera posición del campeonato después de cuatro empates, tres triunfos y una derrota. Tras la salida del argentino Motagua entró en crisis.
Nene Obando debutó en el banquillo con un gane polémico contra Marathón en el Nacional y luego encadenó cinco derrotas que lo hicieron ser el peor Motagua de la historia, ya que nunca habían sumado cinco reveses al hilo (Real Sociedad 2-1, Real España 0-2, Vida 2-0, Victoria 1-0, Olimpia 1-2).
Tras eso, el mimado sorprendió a propios y extraños al nombrar como su nuevo técnico al inexperto en Honduras, Hernán Medina. El argentino venía de dirigir en la tercera división de su país y no conocía nada del balompié hondureño.
Comenzó perdiendo
Su andadura comenzó con derrota 1-2 contra Olimpia. Su estreno fue en un bravo clásico y fue, hasta ahora, su única derrota bajo la dirección técnica de los azules del Motagua. Tras eso, y el poco tiempo que tenía con sus nuevos dirigidos, le explicó la idea de juego, hizo algunos cambios tácticos, le dio confianza a jugadores que no contaban mucho para Diego Vázquez y el éxito le llegó.
Clasificó vía repechaje, donde eliminó al Vida de forma contundente derrotándolos en La Ceiba. En semis se toparon con un Olimpia alicaído y se apoyaron de ello para pasar de ronda con un Roberto Moreira de leyenda y en la final de ida apabulló al Real España y es por eso que la Tota Medina hizo realidad la copa 18 del Motagua.
Los números del técnico de los azules son espectaculares. Desde que tomó el timón del mimado, logró dirigir 12 partidos; ganó 6, empató 3 y perdió 2. Su equipo marcó 23 goles y solamente recibió 7.